Mallorca

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Mallorca, la joya del Mediterráneo, se ha consolidado como uno de los destinos más buscados para la organización de eventos corporativos, congresos, incentivos y reuniones de empresa. Gracias a su mezcla perfecta de paisajes impresionantes, infraestructura de primer nivel y una oferta gastronómica única, Mallorca es el lugar perfecto para celebrar tu próximo evento.

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Con más de 300 días de sol al año y temperaturas suaves incluso en invierno, Mallorca es un destino ideal para eventos durante todo el año. Su capital, Palma, ofrece el equilibrio entre tradición y vanguardia: un casco antiguo lleno de encanto, una vibrante escena cultural y una excelente oferta de shopping que combina marcas internacionales con artesanía local. Pero más allá de su belleza, la isla brilla también por su capacidad de acoger encuentros MICE de todo tipo y formato.

Mallorca cuenta con más de 300 hoteles de 4 y 5 estrellas, muchos de ellos con salas totalmente equipadas para reuniones, convenciones y congresos. Además, dispone de espacios únicos como el Palau de Congressos de Palma, frente al mar, o fincas tradicionales reconvertidas en venues con personalidad. Todo ello, rodeado de paisajes espectaculares y con un acceso directo desde los principales aeropuertos europeos.

El aeropuerto de Palma de Mallorca es uno de los más transitados del país y opera vuelos directos diarios con las principales ciudades españolas como Madrid (1h15), Barcelona (1h), Valencia (1h) o Bilbao (1h25), lo que facilita enormemente la logística para cualquier evento MICE. Además, en temporada alta, se amplían las frecuencias con otras ciudades como Sevilla, Málaga, Zaragoza o Alicante. Para los que prefieran viajar por mar, también hay conexiones regulares en ferry con Barcelona, Valencia y Denia.

En Mallorca las distancias son relativamente cortas. La isla mide de punta a punta unos 100 km y está bien comunicada con una extensa y cuidada red de carreteras, lo que hace que sea fácil desplazarse de un lado a otro. De esta manera la isla ofrece gran variedad de paisajes y entornos que posibilitan el disfrute de diferentes experiencias, incluso en un mismo día.

Mallorca es mucho más que sol y playa (aunque 262 playas no están nada mal). Es la isla donde Michael Douglas tiene casa, Chopin compuso con vistas a la Tramuntana y donde hay más molinos que rotondas. Su Serra de Tramuntana, Patrimonio Mundial, esconde pueblos que parecen salidos de una postal, como Deià o Valldemossa.

Aquí, las perlas no solo están en el mar: las famosas perlas mallorquinas son creadas a mano desde hace más de un siglo. Y si alguna vez ves una iglesia fortificada o una torre de defensa en plena costa, no te extrañes: la isla tiene un pasado de piratas. Otro dato curioso: el vidrio soplado de Mallorca es uno de los más antiguos de Europa. Y para los más dulces, el ensaimada no es solo un capricho: es casi religión.

En Mallorca, las jornadas laborales se equilibran con experiencias memorables. ¿Un ejemplo? Actividades al aire libre como rutas cicloturistas o de senderismo por la Serra de Tramuntana, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, ideales para team buildings activos y con vistas. También puedes organizar salidas en velero, bautismos de buceo o clases de paddle surf para desconectar en modo Mediterráneo.

La gastronomía es otro de los grandes reclamos. Desde tradicionales cellers hasta restaurantes de autor con Estrella Michelin, Mallorca ofrece sabores únicos y productos locales. Catas de vino mallorquín, showcookings o cenas temáticas pueden convertirse en el mejor broche del día.