Esta receta es de esas que te transportan directamente a la cocina de la abuela, pero con un giro moderno (y el drama familiar de mi tía Tere). Eso sí, lo que se queda aquí, se queda aquí, porque si se entera de que he compartido su secreto… Bueno, no queremos enfrentarnos a Tere enfadada. ¡Manos a la obra!

Pon tu podcast de eventoplus para ponerte al día sobre la actualidad en eventos y echa la carne en una olla muy grande.
Lava las verduras, córtalas en trozos grandes y mételas en tu caldero mágico junto con los huesos salados. Todas, menos las patatas. Ellas entran más tarde, como estrellas invitadas.

Cubre todo con agua del grifo. Bonus: si tienes agua de Andalucía, supuestamente mejora el resultado. Pero no nos pongamos muy técnicos.

Ponlo todo a fuego fuerte hasta que hierva y luego bájalo a fuego lento. Aquí tienes dos tareas importantes:

1. Ir quitando las impurezas del caldo (tranqui, es más fácil de lo que suena).
2. Ponerte una tapita de queso y un vinito mientras esperas. Obligatorio.

Pasadas dos horas de cocción, añade los garbanzos y las patatas cortadas en lascas. Cocina todo durante unos 30 minutos más, y voilá: el Pucherito de la tita Tere está listo para hacer historia.

Sirve el caldo con un poco de pollo desmenuzado, arroz o fideos, huevo duro y jamón picado. Este combo convierte un plato de cuchara en una experiencia gourmet.