Presentación de Icónica Santalucía Fest 2025

El martes previo a la Feria de Abril, la pista de coches de choque más antigua de la Calle del Infierno (la zona de atracciones del Real) se transformó en el escenario efímero que acogió la presentación oficial del Icónica Santalucía Sevilla Fest 2025. En un entorno no solo festivo, sino profundamente local, se anunció una edición que quiere volver a hacer historia del 30 de mayo al 14 de julio.

Nuevas tradiciones: la campaña que da alma al festival

Con el humorista Juan Amodeo como maestro de ceremonias, se presentó la nueva campaña audiovisual del festival: «Nuevas Tradiciones», obra del videógrafo Pablo Ruiz Sánchez. Una propuesta que parte de una idea poderosa: la tradición no es algo estático, sino un puente entre el pasado y el presente. De esta manera pretenden transmitir el mensaje de que Icónica no es solo música, es una celebración cultural que funde lo heredado con lo contemporáneo. Y eso quedó claro también en el propio evento: un ejemplo de cómo reinterpretar símbolos populares con sensibilidad actual, desde el lugar elegido hasta cada detalle de la celebración.

Un aperitivo de lo que vendrá

Para seguir calentando motores, tras la presentación de la campaña llegaron las actuaciones en directo de tres bandas queridas y con acento andaluz: Los Caños, Antílopez y O’Funk’illo, todas ellas incluidas en el cartel de esta edición. Pero eso no fue todo: los DJ’s de Noon Música Moderna dinamizaron la velada con un juego musical interactivo de «match» entre canciones del pasado y del presente. A cada asistente se le entregó un ticket con el nombre de una canción. ¿El reto? Encontrar a alguien con una canción de la época opuesta, unir fuerzas y llevar la propuesta a los DJ’s para escuchar la mezcla de ambas en directo. Así, el espíritu de Nuevas Tradiciones se volvió experiencia compartida.

Una caracterización con sabor local

El evento no solo utilizó un espacio muy singular, sino que lo potenció con detalles que reforzaban el vínculo emocional con el público. Los coches seguían presentes en la pista, potenciando el engagement. Los azafatos iban vestidos como auténticos feriantes, y la mascota elegida fue nada menos que Curro, el inolvidable emblema de la Expo’92. El catering tampoco rompió la magia: ofrecieron comidas típicas de feria, dulces y saladas, y se sopló una vela con un gran número cinco, celebrando los cinco veranos que Icónica lleva llenando de cultura la ciudad.

Cuando el espacio habla por ti

No hizo falta un gran despliegue de branding: un neón con el logo del festival y una pantalla LED dentro de la pista fueron suficientes para personalizar el entorno, dejando todo el protagonismo a la singularidad del espacio. Una vez más, se demuestra que elegir el lugar de un evento no es solo una cuestión estética, sino estratégica. El espacio es contenido. El continente puede hablar por sí solo del objetivo y del alma del evento. Además, como ya que contamos con el evento de Scalpers en la Feria de Abril, los eventos que se integran en las tradiciones poco tienen que añadir cuando acompañan a algo que ha funcionado siempre tan bien. Solo tienen que unirse a ello y disfrutar.