Organizar un evento es mucho más trabajo de lo que piensas (y tu jefe, y tu cliente…)

Tenemos un problema: el trabajo de organizar un evento es como un iceberg: ves lo que está en la propuesta final o se materializa el día D, pero la enorme mayoría del trabajo es invisible. Todas las opciones que se han planteado, las prospecciones, el plan A, B y C, la coordinación de todos los proveedores, el doloroso proceso de elaborar y modificar x veces las gráficas, todo esto no se ve, y se olvida. “Han puesto un escenario aquí, una gráfica allá, han hecho un vídeo… nada tan complicado” es una idea que rápidamente se puede tener. De la misma manera, puede parecer que enviar una propuesta para un concurso supone un par de reuniones de creatividad y llamadas a unos proveedores para tener cotizaciones. La realidad es que hacer un evento con cara y ojos es MUCHO trabajo. Hemos decidido documentarlo con tres agencias de AEVEA (Ander Bilbao de beon. Worldwide, Bárbara Fraguas de El Baúl de las Piqué y Rudolf Rannegger de MCI).