Lola Lolita Land y el auge de los festivales de influencers: la nueva frontera del entretenimiento juvenil

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Organizado por Atresmedia Eventos de la mano de Fazeta, Lola Lolita Land es más que una cita para fans: es un universo experiencial diseñado para materializar el imaginario de la influencer. “La voluntad principal de Lola era devolver un poco esa atención y ese cariño que los usuarios le muestran día tras día”, explica Julián Prieto, director creativo y de desarrollo de negocio de Atresmedia Eventos.
Más que un parque acuático, una marca itinerante
Este año, el evento se trasladó a Aquópolis, un recinto con capacidad para 6000 personas, aunque solo se vendieron 3000 entradas por día para tratar de priorizar la calidad de la experiencia. ¿Cómo hacer que el asistente realmente se sintiese en el mundo de Lola Lolita y no asociar el evento tanto con el recinto sino con la influencer? Creando una marca sólida: Lola Lolita Land, capaz de adaptarse a distintos espacios como un parque de atracciones móvil.
Pedro Pablo Pérez, CEO de Fazeta, destaca el reto que supuso trasladar el universo de Lola al plano real: “Nuestro trabajo consiste en lograr que, al entrar al parque, sientas que has llegado a la tierra de Lola Lolita. No se trata de llenar el espacio con ‘photo calls’, sino de provocar una atmósfera coherente con su personalidad”. La producción incluyó elementos gráficos, escenografías, fragancias (como el olor a golosinas en cualquiera de los espacios del evento) e incluso la distribución estratégica de los espacios para reforzar esa inmersión emocional.
Unir experiencia fan y marca para obtener la fórmula ganadora
Uno de los pilares del evento fue la integración orgánica de las marcas patrocinadoras. Marcas que, por cierto, van muy alineadas con los valores de Lola Lolita y que suelen trabajar con la influencer tanto en redes como en otros medios. Desde toboganes tematizados por Cerave hasta zonas de maquillaje de L’Oréal o activaciones lúdicas con Grefusa y Donna Karan, cada intervención se concibió para ofrecer interacción sin romper el relato. Entre las campañas más virales destacó una convocatoria para encontrar al “tester oficial de toboganes”, que acumuló cerca de 47.000 participaciones.
El fenómeno: festivales como catalizadores de conexión real
Más allá de Lola Lolita, el evento se consolida como una vía efectiva para que los influencers refuercen su vínculo con las audiencias. “Es el momento en el que el influencer se pone de gala y se convierte en alguien de carne y hueso”, afirma Pedro Pablo.
En una era de saturación digital, el evento físico es una oportunidad única de convertir la pantalla en emoción tangible. Eso sí, la profesionalización es clave. “El ecosistema de los influencers necesita estructura, solvencia y credibilidad”, remarca el director creativo de Atresmedia Eventos.
Un nuevo modelo de entretenimiento juvenil
Lola Lolita Land es, en definitiva, un ejemplo de cómo los eventos están evolucionando al ritmo de las nuevas generaciones. Donde antes (y aún hoy) había festivales de música o encuentros de fans, ahora surgen experiencias que fusionan entretenimiento, marca personal, comunidad y marketing experiencial. Como dice Pedro Pablo Pérez: “Si se hace bien, no es solo rentable, es transformador”.
Y el fenómeno no ha hecho más que empezar.








