Uno Social Club y la generación que cambia las discotecas por las ludotecas

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Un espacio diseñado para jugar, convivir y compartir
El centro de esta experiencia es una suite de lujo del hotel Palms dónde puedes alojarte, adaptada por completo con la identidad visual de Uno. Los icónicos colores del juego (rojo, azul, amarillo y verde) impregnan cada rincón del alojamiento, desde la decoración de paredes hasta los accesorios de entretenimiento. Lejos de ser una simple estancia de hotel, el espacio ha sido concebido como un lugar multifuncional en el que jugar, relajarse y socializar tienen igual protagonismo. Esta suite cuenta con varios espacios:
- Zona de juegos: con varias mesas temáticas donde los invitados pueden disfrutar de distintas versiones del juego como Uno Golf, Uno Team o el frenético Uno Show ‘em No Mercy.
- Bolera privada, mesa de billar y bar: clásicos del entretenimiento nocturno.
- Anfitrión personal: personal encargado de barajar las cartas al estilo crupier y dinamizar las partidas, aportando un toque de espectáculo a cada ronda.
@uno wish we could UNO Reverse back to the #UNOSocialClub #Palms ✨#LasVegas #UNO ♬ original sound – uno
Una experiencia ganada… en redes sociales
Los asistentes a esta edición inaugural no han sido simples huéspedes, sino ganadores de un sorteo lanzado en TikTok por Mattel. Para participar, los interesados debían publicar un vídeo utilizando el filtro Reverse Card y los hashtags #UnoSocialClub y #MattelContest. Este concurso, abierto del 19 de mayo al 19 de junio, atrajo a miles de participantes en los 48 estados contiguos de EE.UU., todos mayores de 21 años. Una de las formas de poder llegar a esta generació es utilizar sus canales y Tik tok es claramente uno de ellos, según Magnet ABA, la Generación Z representa alrededor del 47 % de la base de usuarios global de TikTok.
Una experiencia que se mueve
Este espacio preve ser llevado a varias zonas de EE.UU. Este caracter de road-show unido al engagement creado en redes con acciones como el sorteo hacen que la expectación crezca y se fortalezca esa sensación en el público de no querer perdérselo debido a su carácter efímero. Ray Adler, vicepresidente y director global de juegos de Mattel, ha explicado que los Uno Social Clubs nacen con la intención de “reinventar la noche de juegos” y adaptarse a una nueva generación que valora las experiencias significativas por encima del ocio tradicional. En este sentido, el evento de Las Vegas marca el punto de partida de una gira nacional que llevará la experiencia a bares y locales de ciudades como Los Ángeles, Chicago o Nueva York.
Cada local será transformado por completo: menús tematizados, bebidas inspiradas en el juego, escenarios para fotos, torneos, y muchas otras actividades convertirán estos espacios en templos de la convivencia alrededor de Uno.
@uno you don't want to skip this. UNO Social Club, now loading. @Palms Casino Resort ♬ Welcome to Las Vegas – Freccero
¿Juego de apuestas? No exactamente
La presentación del evento en las pantallas del hotel generó cierta confusión en redes sociales, donde algunos usuarios interpretaron que Uno había llegado al casino como una opción de juego con apuestas. Mattel ha desmentido la idea con humor, afirmando que la seguridad del casino “aún no está preparada para contener la intensidad de una partida de Uno”. ¡Y tiene toda la razón!
El poder de la nostalgia
La nostalgia es un alma muy poderosa para generar campañas exitosas, de hecho, un estudio de Harvard Business Review reveló que esta emoción eleva la predisposición de los consumidores a pagar más por productos o decidirse por ello. Desde Mattel han sabido utilizar este potencial dirigiéndose a la generación que vieron crecer. Festivales de los 90, team-buildings que imitan a “Furor”, étc; sabemos que la nostalgia funciona y no solo implica nuestro cuerpo, también nuestra alma.
Un buen ejemplo de esta tendencia que parece ser inherente al ser humano fue el caso de cómo Nestle se introdujo en el mercado japonés apelando a esta emoción. Tras lanzar su café instantáneo Nescafé en el país nipón durante la posguerra, Nestlé se encontró con que, a pesar del éxito que este producto tenía a nivel internacional, las ventas no terminaban de ser positivas. Por ello, en 1975, psicoanalista francés Clotaire Rapaille, experto en la asociación emocional con el consumo, descubrió algo en el comportamiento de los consumidores japoneses: el café seguía percibiéndose como algo extranjero, sin significado emocional. Es más, los japoneses ni siquiera tenían recuerdos de infancia relacionados con la bebida, por lo que no existía ningún vínculo afectivo.
Rapaille propuso una estrategia de introducir productos dulces con sabor a café (¡Sin cafeína por supuesto!) dirigidos a niños, en lugar de seguir intentando que lo consuman los adultos, de esta manera podían tener una predisposición emocional cuando crecieran. Nestlé lanzó caramelos, chocolates y gelatinas con sabor a café. De esta manera, unas décadas después, la generación que había crecido con estos dulces comenzó a consumir café, por lo que Nescafé fue recibido con los brazos abiertos.
El resultado: Hoy Japón importa entre 500 000 toneladas de café al año, y Nestlé es líder del mercado, con cerca del 70 % de la cuota de café instantáneo. Una tendencia sembrada con paciencia pero que ha calado y sigue calando profundamente ya que apeló a las emociones de los consumidores en una cuestión tan poderosa como echar de menos.









