GPJ 550 Aniversario Proclamación Isabel la Católica de la agencia Avant Events para el Ayuntamiento de Segovia

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Avant Events se hacía en esta edición de los Premios eventoplus con el Gran Premio del Jurado gracias al 550º aniversario de la proclamación de Isabel la Católica, evento que también consiguió el oro en las categorías de Mejor animación y Mejor evento cultural. ¿Los motivos? Su gran puesta en escena junto con una oportunidad de acercar a los asistentes una pequeña parte de la historia de España de manera inmersiva. Todo ello involucrando a la ciudad al completo en el evento y potenciando todavía más el carácter cultural y turístico de Segovia.

La ciudad de Segovia es un gran museo en sí: declarado su casco histórico y su acueducto Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1985, caminar por sus calles es una manera de acercarse a su historia. A pesar de su enorme atractivo, Segovia no pasaba por su mejor momento. Su proximidad a Madrid la convertía en un destino de paso para los turistas, quienes no pernoctaban en la ciudad castellanoleonesa. A esto se sumaba el impulso que se había realizado desde la alcaldía previa de las ofertas culturales vanguardistas, que dejaban de lado el legado histórico e idiosincrasia de la ciudad. Por ello y teniendo en cuenta la efeméride del 550º aniversario de la proclamación en Segovia de Isabel la Católica, el nuevo ayuntamiento quiso retomar los reclamos que siempre habían definido a la ciudad a través de una experiencia de tres días en la que Segovia trasladaría al asistente a 1474.
Una producción con más de 500 implicados y cuatro equipos especializados
Para hacer este viaje en el tiempo, la concejalía de Turismo de Segovia trabajó de la mano con Avant Events. Unas 500 personas se vieron directamente involucradas en el proyecto, entre las que se encontraban 350 actores, 50 músicos y 30 jinetes. A ellos también se sumaban los tres historiadores se encargaron de que, del 4 al 6 de octubre de 2024, los eventos que se celebraron se desarrollasen de la forma más fehaciente posible (teniendo en cuenta que determinados espacios ya no existen en la actualidad, como la iglesia en la que se proclamó a la Reina 550 años atrás).


Además, se diseñaron cuatro equipos de trabajo paralelos. Uno residía en Segovia y se encargaba de tomar todas las mediciones y realizar planimetrías en plazas, Alcázar o catedral. Un segundo equipo gestionaba toda la logística general que iba surgiendo, desde permisos a solicitudes especiales, como puedan ser los horarios de los equipos académicos e historiadores que debían aprobar y modificar los avances del guion. El tercer equipo se centraba en la propuesta creativa, escenográfica y dramatización, con la colaboración de guionistas y profesionales cinematográficos, así como coreógrafos, que construyeron toda la “ficción continuada” del evento. Por último, el cuarto equipo gestionó directamente con el Ayuntamiento y la Universidad de Valladolid todo el material de vestuario, decoración y recursos de época que eran de dominio público.
Una ciudad transformada en escenario medieval para revivir la proclamación de Isabel la Católica
Durante los tres días del evento, gracias tanto a los voluntarios como al equipo organizador, Segovia volvió a 1474. ¿Cómo? A través de la decoración medieval y a las actividades que se iban sucediendo en paralelo a la proclamación, como mercadillos, exposiciones culturales o demostraciones de danza, música o artesanía de la época. Toda la experiencia iba atada por una ficción dramática con una Reina Isabel que intervenía en varios actos, se dejaba vitorear por el pueblo castellano y mantenía la continuidad narrativa de todo el fin de semana.


Para dar inicio al evento, la noche del viernes 4 se proyectó un video-mapping en la fachada del Alcázar en la que se “pintaba” la historia de Isabel, introducida por una dramatización de juglares y bufones. El sábado, un séquito de más de 300 actores, músicos, cetreros con aves rapaces y toda una población vestida para la ocasión acompañó a la futura reina (interpretada por la actriz María Castro) del Alcázar a la Catedral para recrear la ceremonia tal como la describían las actas históricas. Esa misma noche, 200 invitados compartieron mesa con Isabel la Católica, que, tras ser proclamada reina en la catedral, ofreció un banquete en las salas del Alcázar con un menú de época. Para cerrar estos tres días, el domingo se celebraron torneos, justas y competiciones de espada y arquería en honor a Isabel a los pies del Alcázar, para lo que hubo que adaptar varios espacios abiertos y traer toneladas de arena para que pudieran cabalgar debidamente los caballos.


Producir en un entorno patrimonial, un gran reto de gestión institucional y logístico
Entre los grandes retos a nivel de producción destacó la dificultad de trabajar en una ciudad con un patrimonio histórico y cultural sujeto a limitaciones, regulaciones, y horarios de visita. Además, zonas como el Alcázar y sus zonas aledañas no pertenecían al Ayuntamiento, sino al Ejército, a patronatos, fundaciones, la Iglesia Católica o entidades nacionales; lo que complicaba aún más la negociación y logística entre instituciones. A esto también se añade el desafío de coordinación de los cuerpos de Policía, bomberos y de Protección Civil, así como de la compañía municipal de autobuses y taxistas durante los tres días del evento.

Pero el esfuerzo mereció la pena: más de 65.000 visitantes pasaron por Segovia durante ese fin de semana y un retorno directo y preliminar de más de 700.000 euros, con una valoración en clipping y monitoring de impacto en medios superior a tres millones de euros. Además, la proclamación atrajo la atención de más de 50 medios de comunicación nacionales e internacionales y superó los 100.000 impactos en redes sociales. Un evento que mostró cómo el rigor histórico y la creatividad pueden ir de la mano para dinamizar una ciudad.







