Sprinter monta un festival recreando un lavadero de coches

El festival tenía que respirar estética urbana y por ello se pensó en un lavadero de coches para darle el toque callejero y de periferia. El festival arrancaba a las 17:30 con una sesión de DJ, mientras un grafitero realizaba un mural en vivo que posteriormente serviría de photocall. Porque, sí, un solo photocall no sirve para aplacar la sed de Instagram de las nuevas generaciones, el evento contó con otro photocall presidido por un coche tuneado (ojo, que varios photocalls en un mismo evento es algo que ya estamos viendo en otros eventos). 

Además del escenario principal en el que artistas como Nach, Deva, Pimp Flaco y Kinder Malo actuaron con la ropa de Sprinter, el espacio contó con una zona de showroom para conocer la nueva colección de la marca, un área de foodtruck de perritos calientes y barra de cervezas. 

Los conciertos se cerraron con una sorpresa final: desde una grúa se lanzaron al público 20.000 billetes brandeados con el logo de Sprinter y de entre los que solo tres estaban premiados con la experiencia de conducir un Lamborghini.