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5 ejemplos de eventos para la selección y gestión del talento

5 ejemplos de eventos para la selección y gestión del talento

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Ejercicios grupales, situaciones ficticias que se acercan más a un taller de improvisación que a una prueba laboral y mucha, pero mucha innovación es lo que observamos hoy en día que las empresas están eligiendo como parte de sus procesos de selección y promoción de personal. La clásica entrevista de trabajo y el currículum vitae pasan a un segundo plano: los eventos han llegado al mundo de los recursos humanos y no solo abarcan los procesos de selección, sino que también juegan un papel importante en momentos de gestión del talento, convirtiéndose en una gran herramienta. Te traemos algunos ejemplos de marcas que han hecho del evento un proceso de selección.

Con un evento, el departamento de recursos humanos tiene la posibilidad de reunir a la plantilla de una empresa y observar su forma de interactuar y reaccionar en un entorno social (que es el que mejor refleja el día a día laboral). Además de descubrir cómo, a nivel individual, cada uno afronta y juega con los mecanismos de influencia, algo clave para detectar los perfiles que realmente encajan en cada plantilla. Ahí es donde el evento cobra un papel fundamental: proporcionar el escenario perfecto para llevar a cabo este análisis. 

Incentivo parece, selección de talento es

Kivicom organizó un supuesto incentivo que, por momentos, parecía de todo menos eso. Todo estaba listo para que los trabajadores de una empresa española se fuesen a un viaje de una noche que organizaba la empresa como incentivo, a un lugar recóndito en medio de la montaña en el que vivirían una experiencia inolvidable. Una vez se encontraron todos en el punto indicado tras un trayecto por carretera juntos, se comunicó a la plantilla que para llegar al lugar al que se dirigían había que hacer una pequeña excursión por el monte, un paseo placentero bajo la luz de la luna que no duraría más de unos minutos. Cuál fue la sorpresa del equipo cuando, tras media hora caminando, se encontraron perdidos en la montaña, sin recursos que les facilitasen resolver la situación y sin saber a dónde dirigirse. Por supuesto, estaba planeado. Los directivos querían poner a prueba a su equipo y detectar aquellas personas que sabrían tomar la responsabilidad y salir adelante. Y no solo consiguieron identificar aquellos perfiles que buscaban con un talento preciso, sino que además pudieron identificar otras personas que quizás destacaban por su habilidad para suavizar la situación, para aportar humor y cohesionar al equipo, o para frustrarse y perder los nervios con facilidad… de eso también hubo. Una vez puesto a prueba el equipo y realizada la identificación de talento deseada, por fin se llegó al incentivo (ahora aún más merecido): jaimas de lujo, un banquete para olvidar el susto, luces y música relajante… el incentivo que esperaban, por fin.

Un viaje en tren para simbolizar el viaje de la transformación de empresa

La agencia Grass Roots recibió el encargo de ayudar a ganar la confianza y retener el talento en una compañía que había pasado en muy poco tiempo de una organización jerárquica a un modelo más horizontal, donde el trabajo se organizaba por proyectos y los puestos de responsabilidad y superioridad de muchos trabajadores desaparecieron. Para la convención anual, se citó a la plantilla en la estación de tren de Madrid, donde podían subirse al ‘tren de la transformación’. En vagones privados y rodeados de mensajes que transmitían la idea de cambio, viajaron hasta otra ciudad mientras presenciaban una performance de un grupo de improvisación y recibían un claro comunicado: “Este es el tren de la transformación. Cuando lleguemos al destino podrás comprender lo que conlleva este cambio y su impacto. Puedes permanecer en el tren y descubrirlo con nosotros, o puedes bajarte”. Una vez en el destino, los trabajadores llegaban a un espacio informal, con césped y cajas de madera, en el que había un escenario decorado como un andén de estación de tren y al que acudía el CEO con una maleta en la mano y lanzaba otro mensaje: “Para continuar el camino, necesitamos saber qué debemos llevar en la maleta”. Esto daba paso a unas presentaciones de empleados involucrados en este proyecto y que, alejándose del formato ponencia y cargados de mensajes personales, contaban por qué este cambio era bueno para los clientes, para la empresa y para ellos mismos.

El resultado de este caso fue un ejemplo de lo que podemos conseguir con la comunicación en vivo a la hora de gestionar el talento: además de retener a los perfiles deseados, pudieron identificar aquellos que no estaban en línea con la mentalidad de la empresa y conseguir una mejor gestión del cambio. 

El coche que selecciona a sus propios técnicos

Volvo necesitaba reclutar a un grupo de técnicos e ingenieros para una nueva iniciativa de la empresa y para ello pensaron en FamousGrey, una agencia creativa en Bélgica que tuvo la idea de crear un proceso de selección del talento en el que las entrevistas las realizaba un Volvo S90, en esta ocasión convertido en un HR90, gracias a la inteligencia artificial que se aplicó al vehículo. En estas entrevistas, que se realizaron en directo en diversas ferias del motor, los afortunados que pudieron optar al puesto se encontraban cara a cara con un coche que era capaz de examinar su cualificación a través del reconocimiento de imágenes y realizaba todo tipo de análisis de parámetros, expresiones faciales, uso del lenguaje, motivación y habilidades sociales, estando estos detrás del volante.

La iniciativa capturó la atención de toda la prensa (uno de los objetivos de la idea de llevar el proceso de selección de talento a tal extremo) y el análisis de su impacto reveló que el 57% de la población belga conoció la acción de Volvo, generando un aumento de respuesta a la campaña de reclutamiento del 250%, en comparación con procesos más clásicos de selección del talento. 

Hemingway inspira la creación de una oferta de empleo

La empresa Aqualis pidió a Unit Elements que organizasen “un evento para potenciar el talento de los seleccionadores de talento”. 150 trabajadores del departamento de recursos humanos se reunieron en una coctelería clandestina a la que se accede a través de las puertas de un armario y que recibe el nombre de Hemingway, puesto que este fue el último local en el que el famoso escritor se bebió un trago de más antes de regresar a EEUU para despedirse del mundo.

En esta ocasión, la clásica sesión de jazz asociada a los espacios clandestinos se sustituyó por una obra de teatro a medida diseñada para el cliente. La agencia escribió el guion de una obra en la que Hemingway aparecía en los últimos años de su vida y, tras muchas dudas, encontraba el valor para volver a escribir una obra maestra. Era ahí donde comenzaba la gran labor de los asistentes: buscar un personaje intenso, con un pasado apasionante, para ser el protagonista de la próxima novela. Un departamento entero de RRHH buscando un perfil; persiguiendo un talento. Para ello, cada asistente recibió un trozo de frase que debía unir con fragmentos de otros asistentes para construir así una oración completa. ¿Cuál fue la sorpresa? La frase era una oferta de trabajo, pero sin pies ni cabeza: “Almacén de muebles actualmente en gira busca actor de doblaje con experiencia en redacción de contenidos” o “Club de pádel con visión de futuro busca diseñador gráfico con experiencia domando pulgas”. Tras completar la frase, los grupos debían crear una oferta de trabajo en un formato de vídeo oferta (había que ponerse a la altura de los tan explotados vídeo currículums), bajo la premisa de que “la manera de atraer la innovación es siendo innovadores”. 

Una carrera de barcas en el estanque de El Retiro para dar con un perfil creativo

La app de fotografía y marketing digital Friendz convocó a los candidatos a una dinámica de búsqueda del tesoro por el parque madrileño donde pusieron a prueba la personalidad y la “can-do attitude” de los aspirantes. Además de retarse remando en las barcas, tuvieron que buscar en el parque a un desconocido simplemente siguiendo la pista de una fotografía, convencerle para hacerse una sesión de fotos con él y poner a prueba sus habilidades con Photoshop, vectorizando una de las instantáneas tomadas de la persona para crear la imagen de su avatar. En el mismo parque testaron también su capacidad de improvisación, teniendo que desarrollar el brief de una campaña creativa de uno de los productos que se pueden comprar en los puestos y kioscos de El Retiro.

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