Cinco ideas clave para entender el valor de la cultura en eventos

La cultura como experiencia de reflexión y cambio en el asistente

La cultura, en todas sus formas, es esencialmente una experiencia transformadora. Joan Còdol señala que «la cultura es experiencia: cuando vivimos la cultura siempre salimos diferentes.» Así, las marcas que logran conectar sus productos o servicios con eventos alrededor de la cultura memorables consiguen una relación más profunda con sus audiencias, ya que no solo entregan un producto, sino que ofrecen una vivencia que les invita a reflexionar.

La autenticidad como valor fundamental

Las marcas deben ser extremadamente cuidadosas al asociarse con territorios culturales, ya que el público valora cada vez más las experiencias genuinas. Según Íngrid Albarracín, las marcas deben ser «legítimas» en el territorio cultural donde se posicionan; reflejando sus valores auténticos para lograr una conexión real con su público y evitando lo que podría ser interpretado como una apropiación cultural por parte de la marca.

La importancia de la interacción en la experiencia cultural

En la actualidad, las generaciones más jóvenes, como la Generación Z y Alpha, demandan experiencias interactivas que les permitan conectar de forma más profunda con lo que están viviendo. Por este motivo, los eventos en torno a la cultura juegan un papel fundamental para las marcas a la hora de conseguir transmitir sus valores y mensajes. Según Ingrid, la clave de la interacción en los eventos creados alrededor de la cultura se encuentra en que los asistentes tienen un papel activo en la comunicación con la marca, que va más allá de una simple observación pasiva como la que se produciría con la publicidad. La interacción, por tanto, se convierte en una herramienta esencial para mantener el interés y la concentración de los públicos actuales.

Las marcas evolucionan hacia la hiperpersonalización de sus experiencias

Relacionado con el punto anterior, Carlos Lorenzo resalta la tendencia hacia la «hiperpersonalización» como una respuesta a las necesidades de un público cada vez más digitalizado y multitarea. En sus palabras, «las generaciones actuales están acostumbrados a ‘micro concentrarse’, ha estar concentrado de muchas cosas a la vez y durante muy poco tiempo.» Las marcas deben adaptarse a esta realidad, creando experiencias únicas donde cada participante se sienta como el único invitado, permitiéndoles interactuar y modificar lo que viven para asegurar un mayor impacto.

La necesidad de compromiso a largo plazo en las asociaciones culturales

Joan Còdol señala que las marcas deben dejar atrás la estrategia de un solo evento o one shot. «Las marcas tienen claro que su compromiso con la cultura es a largo recorrido, no es algo de un solo día.» Las marcas que se asocian con el mundo cultural deben demostrar autenticidad y coherencia a lo largo del tiempo, no solo en eventos puntuales, para ganar la legitimidad que buscan entre sus audiencias.