Comidas interesantes

¿Qué les gusta a los asistentes?
Si todo el evento se tiene que concebir en función de tu público, el catering es probablemente el punto en el que la adecuación al “target” es más importante y delicada. Antes de explorar opciones de menús, analiza el grupo que asistirá a tu evento, y toma decisiones en consecuencia. Tienes que conocer:
– Sus datos demográficos (un grupo joven, en principio estaría más predispuesto a probar nuevos sabores).
– Si están muy acostumbrados a ir a eventos o no (les interesarán más o menos los platos innovadores).
– Su exposición internacional (un grupo que ha viajado mucho conocerá más sabores; será más abierto pero también exigirá mayor autenticidad).
Y por supuesto, pregunta si hay requerimientos dietéticos especiales (diabéticos, vegetarianos, religiones…)
– Si es un grupo que ya has tenido en tus eventos, repasa qué menús les has ofrecido en las ocasiones anteriores; qué les gustó y qué no. Si es la primera vez que organizas el evento, contrasta tus ideas con el organizador anterior o intenta entrevistar a alguno de tus asistentes para conocer mejor al grupo.

A partir de esta información, selecciona algo adecuado para el grupo. Ciertos grupos necesitan carne y no estarán satisfechos con algunos sushi. Ciertos grupos muy modernos requerirán una comida en la cual tanto los sabores como la estética de la comida sean muy rompedores… y sobre todo, a menudo tendrás que combinar lo moderno y lo tradicional, platos ligeros con otros consistentes, para satisfacer a un grupo con gustos variados.

Como siempre, no debes olvidar el presupuesto. Este te condicionará al decidir qué puedes añadir al menú.

¡No marques a tu catering el tipo de comida que quieres! Pregunta a los expertos…
Comprueba con tu catering qué puede hacer para tu evento. No le adelantes el tipo de comida que quieres: coméntale las características de tu grupo, el objetivo de tu evento y lo que quieres conseguir con la comida. Un catering con experiencia te dará ideas nuevas de platos y presentaciones. Habla con ellos de tu presupuesto para que te creen algo nuevo y refrescante en función de tus medios.

Añade un toque especial
Aparte de proveer un menú especial, añade originalidad a la presentación y al servicio. Por ejemplo, en caso de servir un plato preparado, puedes:
– organizar una comida temática
– disfrazar a los camareros según el tema
– recrear un ambiente con decoración en el lugar y en las mesas de comida (si es un buffet) y coordinar la música para animar el ambiente
– proveer el entretenimiento en función del tema y del presupuesto con que cuentes: desde un camarero falso hasta un grupo que toca música en vivo.

Haz que la experiencia sea divertida e interactiva para todos los presentes, incluso para las personas que prestan el servicio. Te darán un servicio excelente.