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Cómo conseguir ser más creativo en tu evento

Cómo conseguir ser más creativo en tu evento

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Luana Valls
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Según Dan Peisajovich, fundador de Complot Escuela de Creatividad, hay personas más creativas que otras. Algunas nacen con el ‘don’ de soñar despiertas y que, con facilidad, son capaces de plasmar cosas que otros ni podrían imaginar; sin embargo, también defiende que la creatividad se puede aprender, desarrollar y mejorar con la práctica. Durante el BED, organizado por Grupo eventoplus en el Hyatt Regency Barcelona Tower, Dan realizó una charla donde contó su método y cómo podemos aplicarlo en nuestro sector. Luana Valls

Durante la última edición del BED, organizada por Grupo eventoplus en el Hyatt Regency Barcelona Tower, Dan Peisajovich, fundador de Complot Escuela de Creatividad, impartió una charla donde habló de creatividad y compartió el modelo que usan en su escuela para potenciarla. Antes de entrar en materia estableció lo que para él son los eventos, “espacios de conexión, un punto de encuentro donde intercambiar conocimiento, novedades o, simplemente pasarlo bien”. Como ves, partimos de que los eventos se basan en relaciones entre personas y, para que funcionen debe haber un intercambio de valor. En el sector de los eventos pasa lo mismo, por eso, antes de empezar a trabajar en cualquier proyecto, deberías mirar si tu cliente ha dejado claro cuál es su propósito ¿cuál es el objetivo? Recuerda que para que una relación funciona A debe aportar valor a B y, solo sabremos qué debemos aportarle si tenemos claro cuál es el foco del evento.

Pero antes de dar paso a la creatividad, Dan explicó que hay varios conceptos que debemos tener en mente y que son claves.

Observación: Una vez somos conscientes de la necesidad de posicionarnos en el lugar del otro, dejando de lado nuestros propios intereses (cosa que a veces muchas marcas y empresas olvidan), toca observar. La recopilación de datos mediante encuestas está bien, pero la gente responde de manera racional, en base a sus prejuicios, sus ideales… es decir con una serie de condicionantes. A través de la observación activa somos capaces de conectar diferentes elementos y así crear una historia.

Empatía: Esto nos lleva al siguiente punto, la empatía que, según la Real Academia Española se define como “sentimiento o capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos”. Dan nos cuenta que, desde su punto de vista, la empatía debería ir un paso más allá y además de identificarnos con el otro deberíamos entenderlo, solo así seremos capaces de ayudarlo.

Información: Seguro que te ha pasado alguna vez de estar con amigos y que ocurra algo y un par de vosotros os habéis echado a reír y el resto se ha quedado con cara de “qué está pasando”; eso es porque les falta información. Como ves, conocer al otro es imprescindible para construir relaciones y, cuanto más conocimiento tienes del otro, menos elementos externos son necesarios para entenderos. Pasa lo mismo con los eventos, si tienes un conocimiento profundo de tu audiencia, serás capaz de ofrecerles algo que entiendan, disfruten y les aporte valor.

Método Complot

Tras esa breve introducción más teórica, fue el turno de la interacción y de la participación del público, para entender cuál es el método que utilizan en Complot para maximizar los resultados creativos. Para ello Dan utilizó un ejemplo, uno muy ilustrativo con el objetivo que los conceptos quedaran bien claros, estamos hablando de una boda (uno de los formatos de evento más conocido).

  • Paso 1: Establecer el ‘para qué’

Tenemos a A (la novia) y a B (el novio). Lo primero que se debe tener en cuenta es la motivación de A para casarse con B, que a priori es que quiere pasar el resto de su vida con esa persona (ya tenemos el ‘para qué’).

  • Paso 2: Buscar el ‘qué’

Entonces se plantea la pregunta del millón ¿qué le ofrece B a A, que sea relevante para ella? Aquí el objetivo es ser lo más específicos posible, ya que este ‘qué’ nos abrirá las puertas a plantear el ‘cómo’; pero también se trata de plantear diferentes opciones, para tener dónde elegir. Vamos a suponer que la boda es entre Bertín Osborne y Belén Esteban (sería todo un espectáculo), ¿qué podría ofrecerle Bertín a Belén? Quizá jamón de bellota de por vida, su propio programa de televisión… Supongamos que elegimos como concepto el jamón. Ya tenemos el ‘qué’, ahora como organizadores, tendríamos que definir cómo va a ser la boda, en base a este ‘qué’.

  • Paso 3: ‘Cómo’ se ejecutará

De nuevo acudimos al brain storming para imaginar cómo podemos llevar a cabo ese concepto creativo: un vestido hecho de jamón, invitaciones impresas en una loncha, la entrada de los novios en una carreta tirada por cerdos, etc. La idea es ir diciendo y anotando ideas, ya que, las primeras seguramente serán las más “obvias”, pero tal y como explica Dan, “si os dais el tiempo suficiente, irán saliendo ideas más originales”. Una vez el cerebro se ha exprimido al máximo, se trata de elegir aquellas ideas que encajan mejor con el planteamiento del evento y, empezar con la producción.

Como ves, se trata de un proceso y como apunta Dan “se puede mejorar con el tiempo”. En este caso, se trató de una conferencia en directo, en la que participó el público y qué no duró más de 30 minutos. Si en ese tiempo, los presentes pudieron aportar tantas ideas ¿qué pasaría si aplicaras la metodología con los tiempos que requiere?  Verás que, si sigues estos pasos, conseguirás aportar valor, el suficiente para que tu audiencia/cliente/asistente quiera acudir al evento, sin tener que recurrir a “sobornos”, como regalos gratis, descuentos y este tipo de cosas.

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