10 frases que debes evitar en eventos (y cómo mejorarlas)

1. “Sin más dilación…”

Por qué da pereza: No es natural. No es cercano. Y nadie habla así fuera de un atril.

Dilo mejor así:

“Vamos directos a lo que importa.”
“Ya sabéis a lo que habéis venido. Vamos con ello.”

Es una frase de paso, así que que fluya como tal, sin grandilocuencias de presentador de los Goya 1998.

2. “Os vais a quedar con la boca abierta«

Por qué no funciona: Porque probablemente no lo harán. Sobre prometer hoy es la forma más rápida de matar el efecto wow.

Dilo mejor así:

“No es espectacular. Es necesario. Y por eso te va a remover.”
“Tal vez no lo esperes, pero lo vas a recordar.”

Reemplaza el hype por expectación. Funciona mucho mejor.

3. “¡Un fuerte aplauso para…!”

Por qué no conecta: Porque parece que lo pide un robot. La fórmula no es el problema, el tono sí.

Dilo mejor así:

“Hay personas que no necesitan presentación, pero esta sí la merece.”
“Esto que vas a escuchar no ocurre sin alguien que empuje desde dentro.”

Construye la emoción. Dale contexto al mérito. No llames al aplauso como quien da palmas en una verbena.

4. “Estamos aquí reunidos…”

Por qué suena rancio: Porque huele a discurso institucional sin alma. No es que esté mal… es que no dice nada.

Dilo mejor así:

“Este evento nace de una conversación que aún no está cerrada.”
“Nos juntamos por una razón simple: mover cosas.”

Recuerda: estás convocando comunidad, no presidiendo una junta.

5. “Esto es solo el principio…”

Por qué no emociona: Porque es una frase comodín. Sin datos ni acción, no engancha.

Dilo mejor así:

“Lo difícil empieza ahora, y eso es una buena noticia.”
“Si esto te ha removido, el siguiente paso lo das tú.”

Invita a continuar, pero con propósito, no con humo.

6. “No os lo podéis perder”

Por qué no convence: Porque se dice de todo, hasta del café de media mañana. Se ha vaciado de sentido.

Dilo mejor así:

“Esto no lo repetiremos.”
“Este contenido es tan incómodo como necesario.”

La urgencia tiene más impacto si se justifica. No grites, señala.

7. “Va a ser un eventazo”

Por qué queda pobre: Porque lo dicen todas las marcas de sus propios eventos. Y porque «eventazo» ya suena más a promesa de promotor de festival que a contenido relevante.

Dilo mejor así:

“Esto no va de brillar, va de dejar huella.”
“No lo hemos hecho para impresionar. Lo hemos hecho para que no lo olvides.”

El elogio suena mejor cuando no lo dices tú.

8. “Vamos a innovar como nunca antes”

Por qué suena inflado: Porque lo dice todo el mundo… y rara vez es cierto.

Dilo mejor así:

“Vamos a hacer algo que puede no salir perfecto, pero vale la pena probar.”
“Esto no es innovación. Es sentido común que llega tarde.”

Ser disruptivo no es prometer, es atreverse.

9. “La tecnología está cambiando el mundo”

Por qué cansa: Porque es una obviedad. ¿Qué tecnología? ¿Qué cambio?

Dilo mejor así:

“La tecnología solo importa si resuelve algo real. Aquí va un ejemplo.”
“El reto no es usar tecnología, es no olvidar para qué la usamos.”

Haz zoom en el conflicto, no en la etiqueta.

10. “Sin vosotros esto no sería posible”

Por qué se diluye: Porque se ha convertido en cierre de manual. Si lo dices por rutina, no emociona.

Dilo mejor así:

“Este evento no es nuestro. Es vuestro. Nosotros solo encendimos las luces.”
“Gracias por estar, por aportar, por aguantar incluso cuando se fue el micro.”

Personaliza el agradecimiento. Hazlo tangible. Hazlo humano.

Al final, es simple:

Pero más allá de las alternativas que podamos ofrecer, hay una lección crucial aquí: la emoción debe venir de la experiencia real, no de las palabras vacías de un guion. A veces, lo mejor que puedes hacer es no decir nada en absoluto. Deja que la audiencia se conecte con lo que está ocurriendo.

El verdadero poder de un evento no está en los discursos, sino en lo que la gente vive. Las emociones genuinas no se forjan en las palabras, sino en las experiencias compartidas, los momentos imprevistos y la atmósfera que se crea. Si lo que ofreces es realmente memorable, no necesitarás una frase de cierre grandilocuente para dejar una huella.