El drama de la trata humana: tienes un papel

Desde Grupo eventoplus hemos sido igual de irresponsables. Llevamos 20 años escribiendo sobre este sector, 15 años teniendo una sección de RSC en nuestra revista… y ni una vez hemos sacado a la luz este problema. Quizás somos solo el espejo de una sociedad o de un sector que no es plenamente consciente de su responsabilidad. No es consciente de la responsabilidad que supone que los eventos sean un entorno que facilita este negocio. Cuando tenemos noticia de que algunos asistentes a congresos recurren a la prostitución no nos parece bien, pero lo asumimos como una parte de la libertad individual y creemos que no tenemos nada que hacer. Pero piensa, si alguien nos dijera que después del congreso alguien va a maltratar o a explotar a una persona, seguramente pensaríamos que tenemos hacer algo. Y esto está sucediendo en muchos eventos.

Estas son algunas reflexiones que nos hemos hecho después de hablar con Fiona Bellshaw, la inspiradora responsable de la ONG Fiet Gratia, durante una presentación organizada por SITE Spain.

Fiet Gratia. Fiet Gratia empezó en 2009 con el objetivo de luchar contra la esclavitud y ayudar a quienes están en situación de gran vulnerabilidad, especialmente mujeres y niñ@s víctimas de explotación sexual o trata de human@s, así como trata por motivo laboral. Hablamos de personas en situación de gran vulnerabilidad. Y España es uno de los principales destinos de este tipo de trata. Aquí vienen mujeres de todo el mundo. De Latinoamérica vienen mujeres en una pobreza extrema, que sufren violencia en su familia, a menudo son madres solteras. Así que aceptan venir a España sin entender las terribles condiciones. El segundo es Europa del Este (Romania, Bulgaria, Ucrania, etc.) a través del método “lover boy” (alguien de los mafiosos hace creer a una chica que está enamorada de ella y sirviéndose de esa trampa emocional la lleva a España; luego empieza la violencia, las amenazas a su familia, etc.). En tercer lugar está África: muchas vienen de Nigeria, Senegal, Mali, etc. para ser niñeras o trabajar en una tienda. Incluso utilizan un ritual vudú para comprometerlas a devolver su deuda, que puede ser de 35 a 50.000 euros.

Un fenómeno masivo. Según Fiona, se estima que hay 45.000 mujeres entrando al país cada año, pero no está muy claro cuántas hay, especialmente porque la gente del resto de Europa o que llegan en barco no se registran,  y viven en clubes y casas, con lo cual no aparecen en los registros. En cuanto a cuántas están en España, Fiona estima cientos de miles de personas. Párate y vuelve a leer esta cifra: cientos-de-miles.

Un gran mercado y un triste liderazgo. Según Naciones Unidas, España ocupa el primer lugar en Europa y el tercero del mundo en demanda de prostitución. Este mercado supone 8 millones de euros cada día. Sería mejor ser líder en cualquier otra cosa ¿no?

¿La prostitución es esclavitud? El debate está abierto, con parte de la sociedad que opina que es una actividad que se practica libremente, como un acuerdo entre adultos. Fiona lo ve de forma muy diferente: “Degrada a la mujer, la deshumaniza, permite comprar su cuerpo. Y desde nuestra actividad, vemos que destruye las mujeres. Las mujeres que ayudamos vienen de una situación muy vulnerable, sin educación, sin apoyo, sin papeles… ¿Quién puede pensar que actúa desde una posición de libertad? Y no olvidemos que la casi totalidad de la prostitución supone una persona organizando y beneficiándose de su actividad. No he conocido nunca a una persona haciendo prostitución sola, aunque habrá algunas”. Vemos casos en los que se alojan en una habitación con seis literas y tienen que pagar 150 euros por semana. A menudo tienen niños. Y estas chicas tienen que trabajar, están a disposición de los clientes (más aún todavía gracias a Internet).

¿Qué hace Fiet Gratia? “Tenemos una acción holística: detectamos dónde están estas mujeres, les ofrecemos un programa de cuidado a nivel físico, psicológico (tienen estrés postraumático, no olvidemos que tienen miedo siempre, sufren abusos verbales o físicos, se les droga, han perdido contacto con la sociedad). También hay un trabajo administrativo (algunas no tienen papeles); les formamos para que puedan trabajar (algunos ni saben hablar español). Es un proceso largo, que tarda hasta 2 años. Salvamos 25-30 personas el año pasado; tenemos 29 sitios en nuestras casas, centros de acogida y rehabilitación. También tenemos un área de concienciación del público, vía nuestra web, redes sociales, además de dar charlas sobre este problema. Hacemos eventos en colaboración con la delegación del gobierno, o con empresas, o en universidades.”

¿Qué supone el sector de eventos para esta actividad? “Los eventos están vistos por el sector de la prostitución como una oportunidad de generar mercado: mucha gente se desplaza para asistir a un evento y esto crea demanda. Muchos hombres no consumen prostitución habitualmente pero cuando van a un evento, salen de su vida habitual y pueden consumir prostitución (“Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas”)”.

¿Qué responsabilidad tenemos? Quien organiza un evento puede considerar que esto no es su responsabilidad, que solo está organizando un evento, pero el impacto de ese evento es algo en lo que tiene que pensar. William Wilberforce, que luchó para abolir la esclavitud, dijo “puedes elegir mirar del otro lado, pero ya no puedes decir que no sabías”, una manera de recordar a todos la hipocresía que hay en desentenderse de un problema. Quienes organizan eventos tienen un papel, tienen una voz, pueden ser fuerza de concienciación. Ya el hecho de tomar posición y condenar la trata humana, y no facilitar de ninguna manera el acceso a la prostitución, sería una gran ayuda. Una razón por la cual muchos no hacen nada es el miedo a perder o desagradar a su cliente, pero estoy convencida de que muchos asistentes valorarían positivamente este tipo de posición del organizador”.

Como sector, ¿queremos facilitar o permitir el proxenetismo? ¿Queremos tener este impacto, y esta imagen?