ecopostureo segun el Anuario Greenwashing 2025

El colectivo Alerta Greenwashing presenta hoy el Anuario Greenwashing 2025, una nueva edición que analiza cómo el lavado verde empresarial está evolucionando a nivel global, también en España, en un año marcado por transformaciones drásticas en la gobernanza global, el comportamiento corporativo y la comunicación empresarial. Se trata de su tercera edición, en la que da voz a expertos de la comunicación, el marketing y la publicidad, la consultoría en sostenibilidad, los derechos de los consumidores y el activismo ecosocial. A través de 14 autores y piezas infográficas, el informe reúne estudios de caso, tendencias, discursos y riesgos asociados al greenwashing.

Se tocan temas tan interesantes como, por ejemplo, el mal uso de la palabra “regenerativo”, el dilema de los créditos de carbono, los riesgos del lavado verde, un análisis de la nueva ley de consumo sostenible o, por ejemplo, la ausencia de una certificación consensuada en el sector de la cosmética. Otras reflexiones se centran en la comunicación corporativa, con temas tan relevantes como cómo se enfrentan las empresas B Corp al lavado verde, la desconfianza de los consumidores hacia marcas que practican el ecopostureo, el impacto de la IA en la comunicación ambiental (bautizado como bluewashing) y los nuevos retos de la comunicación empresarial en materia ambiental, entre otros aspectos bajados muy a tierra dentro del discurso verde.

Por otra parte, en un contexto internacional que altera la agenda climática con el incremento de las tensiones geopolíticas, el auge de los populismos y la fractura del consenso climático internacional, el impacto en las políticas de sostenibilidad corporativa, el cumplimiento de sus compromisos de descarbonización (objetivos Net Zero) y sus políticas de comunicación ha sido relevante, como el retroceso normativo en la UE en materia de reporte corporativo o de debida diligencia y sostenibilidad de las empresas.

Posiblemente también habrás observado cómo el debate del greenwashing ha perdido fuerza a lo largo de 2025, no porque haya desaparecido, sino porque ha mutado. Ahora el greenwashing se desplaza del producto a las narrativas corporativas, a las inversiones ESG, al marketing institucional y a la comunicación sobre transición sostenible. Persisten, de todas formas, la acción de los organismos reguladores ante falsas declaraciones ambientales (SHEIN, Adidas, Nike, TotalEnergies, etc.) en sectores como moda, aviación, energía y finanzas, con multas notorias en nuestros vecinos europeos.

Las conclusiones de este estudio están sustentadas en datos: por un lado, un estudio de Bain & Company, basado en 35.000 declaraciones de CEO, muestra una caída significativa de referencias a sostenibilidad y un creciente rechazo al término ESG, ahora percibido como politizado. En segundo lugar, una encuesta de Sustainable Views a 90 equipos de sostenibilidad confirma que dos tercios de las empresas han cambiado su forma de comunicar: abandonan “ESG” y adoptan conceptos como riesgo, resiliencia o valor; y, por último, el periodismo económico destaca un desplazamiento hacia nuevas prioridades globales: energía, seguridad y geopolítica como la “nueva ESG”.

Puedes descargarte el informe completo gratuitamente en https://alertagreenwashing.org/