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El legado: cómo los eventos pueden aportar valor a los destinos

El legado: cómo los eventos pueden aportar valor a los destinos

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Por Asun Paniagua Hace poco os contábamos el caso de ESTRO, el gran congreso médico que tendrá lugar en Madrid en 2021 y que dejará un legado importante en la ciudad. La industria de los eventos cada vez es más relevante en el desarrollo de las ciudades, de los destinos, porque su aportación puede ir más allá de la mera celebración del evento. Hay casos paradigmáticos como las Olimpiadas y otros grandes eventos deportivos (posiblemente los que mayor impacto han tenido hasta ahora), que dejan infraestructuras, mejoras en transportes, aperturas de hoteles y otros servicios, etc... Pero hay otro tipo de eventos que quizá no sean tan mediáticos ni hagan tanto ruido, pero dejan un legado en la ciudad que los acoge, y pueden ayudar a promover la investigación, la tecnología, el deporte, la cultura, la calidad de vida o la marca de la ciudad, entre otros. Durante la reunión anual de la Asamblea General del Capítulo Ibérico de ICCA en Oporto hablamos con Kai Troll, Development Director of International Sport and Culture Association (ISCA) sobre cómo los eventos pueden aportar un legado a la comunidad local del destino anfitrión.

¿Cómo definirías el concepto de legado en el sector eventos?

Es lo que se deja en la ciudad más allá de la celebración del evento. De hecho, el plan de legado es la clave y empieza desde la primera fase de la organización con el objetivo de generar impacto y una influencia sobre aquello que se está haciendo en la ciudad. Considero que, en general, las organizaciones y asociaciones están siendo más ambiciosas en cuanto a la posibilidad de crear proyectos que dejen un legado en el destino.

¿Cómo conseguir que los stakeholders tomen parte y se involucren para lograr ese legado?

En primer lugar hay que ser transparentes para crear un mapa de stakeholders que permita llevar a cabo esa misión de dejar un legado. Algo importante es hacer eventos más abiertos o abrir eventos al público, porque la clave no está en convencer a los convencidos, sino a los que no lo están. Creo que el público en general y la sociedad deben jugar un papel fundamental para que ese legado tenga impacto en ellos.

En relación a este concepto, ¿cómo crees que será el futuro de los convention bureaux?

Será muy diferente dependiendo de las capacidades, de los fondos y las posibilidades de financiación que tengan aunque, en realidad, el dinero no es el problema. Es más una cuestión de mentalidad, de mirar más allá para conseguir que el evento genere un impacto y un cambio positivo en las ciudades. Creo que es el momento de que los organizadores locales de diferentes sectores colaboren para crear eventos más estratégicos que puedan proporcionar salidas más allá del evento. Además creo que los organizadores también se están interesando por las ciudades más enfocadas en tener un legado, tratan de ir a un lugar en el que puedan tener más influencia, más impacto. Por eso las ciudades deben tener claro qué beneficios les aporta con el fin de participar de una manera diferente.

¿Debería incluirse en la misión de la asociación? ¿Cómo empezáis a pensar en el legado que queréis que dejen vuestros eventos?

El evento en sí no es el legado, es el instrumento para generar ese legado. Creo que es importante que las organizaciones entiendan que esto es lo que hay que hacer. Puede llevarse a cabo de diferentes formas, desde atraer eventos con mayor número de asistentes, teniendo más impacto en los medios de comunicación, creando relaciones con las universidades, cambiar ciertos comportamientos en las ciudades… esto es lo que hay que definir en cada caso, según lo que cada uno quiera conseguir.

¿Crees que a la hora de elegir un destino para celebrar un congreso el legado es un criterio a tener en cuenta?

Al menos en términos de lo que se puede activar y movilizar para las organizaciones puede ser un factor adicional, algo a tener en cuenta, porque las estructuras y la contratación está cambiando y por eso el convention bureau debe realizar algo más que las funciones logísticas de soporte, búsqueda de hoteles, transportes, etc, y buscar también partners con los que colaborar para aportar un valor añadido a los eventos. Al final, se trata de conectar los puntos y elementos que permitan crear ese legado.

Para conseguir estos objetivos y cumplir con la misión ¿se requiere co-creación?

Es fundamental. De hecho es lo que está pasando en este momento, está aumentando la colaboración con las asociaciones, los convention bureaux, los medios de comunicación, colegios profesionales, las universidades, los gobiernos locales… diferentes stakeholders que suelen crean comités asesores para trabajar, pensar y co-crear juntos en lo que puede dejar un evento en el destino, y tratar de conseguirlo. Está cambiando la forma de hacer negocios en la industria, y esto es interesante, que los OPCs, DMCs, hoteles, hospitality en general trabajen juntos transforma el sector y el impacto de los eventos.

¿Crees que los OPCs pueden ayudar a hacer estas conexiones y asumir el rol de interlocutor con los sectores implicados en un congreso?

Creo que los OPC tienen la experiencia y es el rol de las asociaciones y las ciudades el crear y poner en marcha comité de organizadores locales en el que todos puedan aportar su experiencia. Porque de forma individual, los organizadores realizan su trabajo específico para el evento, logística, producción, etc, pero la clave está en alcanzar un enfoque más estratégico y eso implica fundamentalmente la colaboración entre los diferentes actores.

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