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¿Es la arquitectura efímera el nuevo hit en festivales?

¿Es la arquitectura efímera el nuevo hit en festivales?

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Cristina Munoz
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Desde Coachella al Primavera Sound imagina: se ha hablado más en redes de las instalaciones de arquitectura efímera en sus pasadas ediciones que de lo último en outfits festivaleros. Y no nos referimos a las habituales estructuras efímeras con las que las marcas se distinguen entre la masa de gente - interesantes expresiones de estilo siempre - sino de manifestaciones sin otro objetivo que el artístico (ni siquiera funcional) que acaparan la atención y la conversación.

En la pasada edición de Coachella, cinco artistas interactuaron emocional y estéticamente con el público con tres piezas sorprendentes: Taffy, un espectáculo con siete imponentes cilindros de la diseñadora canadiense Stephanie Lin, Le Grand Bouquet, una instalación floral del colectivo de diseño francés Uchronia, y como tercera participación Take Flight un conjunto de torres de 18m de altura del estudio de diseño londinense formado por Isabel Gibson y Helen Chesner.

Take Flight by Isabel + Helen. Coachella 2025. Photograph by Lance Gerber.
Take Flight, del estudio Isabel + Helen, estaba formada por tres torres cinéticas de 18m con turbinas que giraban con el viento. Inspirada en los primeros vuelos, la obra jugaba con la poética de ese momento y el viento. Dos bicicletas móviles y turbinas portátiles se sumaron al efecto de juego de la instalación. Cuando se hacía de noche la iluminación la transformaba en una escultura con vida.

Taffy, de Stephanie Lin, decana de The School of Architecture (TSOA), fue una instalación compuesta por siete cilindros de 7 a 15m de altura, envueltos en una malla ondulada que genera efectos moiré cambiantes. Inspirada en el modernismo del desierto de mediados del siglo XX, su paleta cromática variaba con la luz solar, revelando el paisaje en clave temporal. Bajo las estructuras, bancos circulares de madera invitaron a la reunión, convirtiendo la obra en hito visual y espacio social.



Le Grand Bouquet by Uchronia. Coachella 2025. Photograph by Lance Gerber.
Obra del colectivo francés Uchronia, fue una instalación inflable de 10m de altura que está formada por 19 grandes flores luminosas. Seis ramos satélites expandían la obra por todo el espacio, y los asientos con forma de pétalo invitaban a recrearse en esta suerte de jardín imaginado, lleno de luz por el día y resplandeciente de noche en una simbiosis genial del espacio y el impacto visual del mismo.

¿Se agota la fórmula clásica de los grandes festivales?

Parece que algo está cambiando en el mundo de los grandes festivales, quizás por un cierto cansancio y déjà vu ante un formato masivo que arrastra graves problemas de movilidad, de carteles que se repiten, de sobredimensionamiento, de impacto en la ciudadanía…
Pero algo se está moviendo, y va más allá de la cancelación o los cambios de formato (como las residencias): Estrella Galicia Posidonia establece un numerus clausus en la participación para lograr un festival en petite committee, surgen nuevas experiencias dentro del evento (triunfan sin duda las gastronómicas) y, por supuesto, manifestaciones cuasi psicodélicas basadas en la tecnología de festivales como el Sonar o EL Row.


Otros festivales, sin embargo, parecen querer extender su experiencia no tanto en intensidad sino en diferenciación de contenidos no necesariamente relacionados con la música. Y en este sentido, Coachella Art Program ha triunfado en esta edición: un exigente proyecto de instalaciones artísticas que se realizaron exclusivamente para el evento a gran escala, creadas por arquitectos y artistas o diseñadores con pedigrí en el mundo de la cultura. Y no se trataba de darle color al espacio, fue todo un proyecto para crear una experiencia con una personalidad irrepetible e irresistible que tuvo a todo el mundo hablando.

La seriedad de este proyecto vino avalada además porque todas las obras fueron comisariadas por Public Art Company en colaboración con Goldenvoice, realizadas in situ y pensadas para dialogar con el entorno (paisaje desértico, luz intensa y viento). Pensadas y diseñadas para “habitar, activar y abrazar la experiencia del festival”, creando auténticos hitos visuales y espaciales dentro del festival” según architec.com.

¿Por qué ha sido tan impactante?

  • Desde luego por su monumentalidad al mismo tiempo que por su temporalidad: las obras miden entre 10m y 30m de altura y fueron pensadas para durar los pocos días del festival. Ese mix entre su gran escala y su efimeridad provocó una emoción intensa: algo enorme que voy a ver yo que desaparecerá pronto.
  • No puedes no hacerles una foto: se trata de instalaciones pensadas para ser fotografiadas. Su personalidad llama a estar presentes en redes sociales para convertirse en fondos icónicos, arquitectura escenográfica de impacto masivo.
  • Su personalidad: no sirven para habitarlas, solo son espacios emocionales, simbólicos, relacionales. Es la arquitectura efímera llevada al mundo del arte y del espectáculo colectivo.
  • Además redefinen el espacio del festival: la gente explora de otro modo, no solo de mueve entre escenarios, ahora interactúa con el arte.
  • Importante: convierten el festival en una marca estética. Coachella ya no será solo el cartel, será también su paisaje emocional y visual.



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