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Experiencias inmersivas en eventos: manual de iniciación

Experiencias inmersivas en eventos: manual de iniciación

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Por Elena Lea Pues sí, te traemos los puntos clave de la sesión que realizó José Luis Navarro, CEO de inMediaStudio, en la pasada edición de evento Days donde habló de experiencias inmersivas para eventos. Resumida en una ligera introducción para que te ubiques en el ecosistema de gadgets y tecnologías que puedes aplicar en tus eventos para hacerlos más inmersivos.

Lo primero para arrancar ¿qué son las tecnología inmersivas? No hagas esta pregunta a Google porque te aparecerán vocablos como ‘virtual reality, augmented reality’, ‘mix reality’, junto con ideas y concepto asociados como estar donde no se puede estar, tecnología tangible, ver loque no se ve, teletransporte, etc. Impactante la nube de definiciones tech, pero tenemos una más sencilla y que te asustará menos: el medio que más impacta en las emociones. Las tecnologías inmersivas llegan a las emociones permitiendo interactuar e interrelacionar la vista, el tacto y el oído para que el individuo conozca y entienda lo que les rodea, marcas incluidas, y lo experimenten con más intensidad. 

Usabilidad. Ahora que ya sabemos que se trata de que el individuo viva una experiencia interactuando con el entorno hay que conocer dos conceptos que determinarán el tipo de contenido inmersivo que desarrollaremos: ‘look around’ (el usuario se mete de lleno en una foto o entorno prácticamente estático pero envolvente, un entorno 360º, puede interactuar con el entorno y sus elementos, pero no desplazarse en él, solo girar sobre sí mismo) o ‘walk around’ (sí se puede desplazar por el entorno virtual igual que en la realidad). 

Realidad virtual vs realidad aumentada. Sin querer ser un manual para dummies, a lo mejor no está de más aclarar qué es cada una. La realidad aumentada (AR) busca perfeccionar la realidad, agregando a la misma capas de contenidos; se superponen otras realidades artificiales que combinan con la realidad y la mejoran. La realidad virtual (VR) sustituye el mundo real a través de dispositivos que nos permiten sentir que nos encontramos en otro lugar, sumergiéndonos en una realidad construida que no existe, una realidad virtual.

Y para rizar el rizo, también está la realidad mixta (RM) o realidad híbrida que es la combinación de realidad virtual y realidad aumentada permitiendo crear nuevos espacios en los que interactúan tanto objetos y/o personas reales como virtuales. 

¿Qué gafas me pongo? Pues desde gafas para visualizar el contenido desde el móvil como las Google Card Board o las que son para PC o videoconsola, con lo que se obtiene mayor capacidad de computación y recursos para la experiencia que se quiere desarrollar, como las Oculus Rift o las HTC Vive. El formato gafa evoluciona a los dispositivos HMD (head mounted display), que se colocan a modo de casco y que son especialmente indicadas para experimentar la realidad aumentada. 

No son solo gafas. Se trata de vivir una experiencia sensorial, con lo que además de ver y oír nuestro cuerpo se puede cubrir de gadgets y sensores para que la experiencia nos envuelva. Desde guantes que reproducen en nuestras yemas texturas y temperaturas a tapices rodantes en los que simular el movimiento y desplazarse por el mundo virtual. 

Y un consejo extra antes de empezar: para amortizar la inversión de crear una experiencia tecnológica inmersiva piensa que puedes reutilizarla con diferentes contenidos o adaptándola para otras acciones. Por ejemplo, los contenidos realizados para la presentación de un producto se pueden reconvertir y usar la experiencia para desarrollar internamente programas de formación para la red de ventas.

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