Ideas para regalar a un organizador de eventos

Para los más techies. Realmente tanto si le gusta estar al día del último gadget tecnológico, como si, en el fondo, es un espíritu analógico y eso de la tecnología no va mucho con él, el organizador de eventos tiene como una extensión más de su cuerpo, el móvil, tableta o portátil, así que cualquier complemento para alguno de sus dispositivos de cabecera serán siempre agradecidos:

Fundas molonas a prueba de golpes, viajes y aeropuertos, puertos usb o cargadores con múltiples tomas para poder conectar varios dispositivos a la vez, baterías extraíbles o discos de memoria externa…
Trípodes, lentes externas, objetivos o micros extras para acoplar al móvil y poder tener más fácil el grabar y sacar fotos “casi de profesional” de sus eventos y poder presumir del trabajo bien hecho.
Para aislarse en cualquier lugar y momento siempre vienen bien unos buenos auriculares para escuchar música y que minimicen el ruido externo, mejor si son inalámbricos que ya sabemos que los cables enredan mucho en la bolsa de un organizador de eventos.

Complementos y artículos de viaje. El organizador de eventos es una especia nómada que se mueve con soltura en aeropuertos, salas de embarque y trenes así que siempre sarán bien recibidas bolsas de viaje y maletas con ruedas. Algunos imprescindibles: maletas con ruedas 360º y que quepan en la cabina del avión, ligeras, bolsos amplios y que puedan llevar desde un portátil hasta cinta de carrocero, con bolsillos y compartimentos varios para que haya sitio para llevar las cosas más variadas, incluso su se tercia poder meter unos tacones y cambiarlos por unas manoletinas. Eso sí, sin descuidar el diseño, y el toque elegante que tanto bolsos como maletas pueden acompañar al organizador desde que se levanta hasta que consigue pillar la cama al final del día.

Tiempo para relajarse y cuidarse. Con el ritmo frenético de los eventos hay que buscar tiempo para relajarse y desacelerar un poco. Así que todo regalo que le “obligue” a respirar y desconectar será muy bien recibido. Desde una suscripción a clases de yoga, la cuota de su gimnasio o a un club de running (para obligarle a ir), pasando por una escapada rural o una sesión de masaje y spa urbano.

Para los que les cuesta desconectar y quieren aprovechar su tiempo en inspirarse y hacer algo práctico que puedan aplicar a sus eventos, está la opción de regalar algún curso de decoración floral, un taller de packaging handmade o de iniciación al lettering para hacer invitaciones o tarjetones de nota. También están los cursos online muy al grano y prácticos de fotografía o vídeo que después podrán aplicar en sus eventos, o incluso un curso de Photoshop o de nociones básicas de diseño gráfico, que nunca están de más.

El organizador gourmet. Que en el fondo somos todos por esa obligación del organizador por estar al día de lo que se lleva a nivel de restauración, tendencias de catering, hacer pruebas de menú o elegir el vino para un evento. Por eso, cualquier idea que enriquezca este campo siempre será muy agradecida, ya sea para coger ideas de posibles platos, presentaciones o vajillas, además de darse un homenaje y darse al hedonismo:

Un menú degustación en el restaurante del chef de moda.
Una cena en un restaurante de comida exótica o de cocina muy diferente (no está de más probar nuevos sabores).
Los clásicos siempre gustan: talleres de cocina, catas de vino, chocolates, etc.

Y menos gourmet, pero muy práctico cuando no tenemos tiempo de ponernos a cocinar, es regalar una suscripción a cualquier empresa de “tele-tupper” de comida casera y recibir a diario tu menú para comer bien en la oficina, aunque sea delante del ordenador organizando el siguiente evento.