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Ideas y consejos para gestionar el alcohol (o el sin) en eventos

Ideas y consejos para gestionar el alcohol (o el sin) en eventos

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Todos conocemos el peligro del abuso de alcohol (por no hablar del alcohol en sí mismo, pero ese sería otro tema), y no digamos en un evento profesional: puedes arruinar fácilmente tu carrera, tu imagen o un buen trabajo realizado por unas copas de más. Sin embargo el alcohol gestionado con moderación puede ser un componente positivo en determinados momentos. Y ¡ojo! muy importante: cada vez hay más gente que no toma alcohol y no puedes tenerlos todo el evento a base de botellines de agua y refrescos, piensa también en ellos a la hora de vivir la experiencia.

Gestiona la moderación de alcohol en eventos de trabajo

Aunque parezca paradójico, el alcohol en una medida ‘justa’ – que se ha calculado en una tasa en sangre del 0,75 (¿has visto la peli danesa Otra ronda?) – aumenta la creatividad y la rapidez mental de las personas, y no lo decimos nosotros, lo dice este sesudo estudio: Uncorking the muse: Alcohol intoxication facilities creative problem solving realizado por Andrew Jarosz, Gregroy Colflesh y Jennifer Wiley, psicólogos de la Universidad de IlIinois. En él se demuestra que los estados alterados de conciencia (como puede ser el alcohol) inhiben nuestro funcionamiento ‘ejecutivo’, en el que se incluye la concentración y la planificación, y es precisamente cuando se ven alteradas cuando facilitan la generación de nuevas ideas y soluciones innovadoras en vez de quedarnos fijos en un planteamiento. En el experimento realizado a 40 jóvenes concluyeron que cuando estos alcanzaron un 0’75 de alcohol en sangre resolvieron más preguntas y lo hicieron más rápidamente. Y lo más interesante, es que los ebrios las resolvieron de forma más intuitiva que los sobrios, que recurrieron al pensamiento sistémico.

¿Cómo?

– Puedes echar mano de la creatividad: una agencia de publicidad danesa, CP+B lanzó hace unos años ‘The Problem Solver’, una cerveza artesanal cuya botella incorpora una métrica que combina tu peso con la cantidad de cerveza de deberías consumir para alcanzar tu climax creativo. Tuvo tanto éxito que crearon un grupo en Facebook en el que se invita a gente con mente creativa a participar en brainstormings para solucionar problemas de comunidades locales o entidades sin ánimo de lucro.

– Limita el alcohol al momento de la comida: la reacción al alcohol tiene un nivel aceptable en torno a cuatro copas o combinados por persona si se está comiendo. Evita que accedan a la quinta.

– Puedes calcularlo: debes tener en cuenta la edad de los asistentes, el tipo de evento, la hora y la estación del año. Por ejemplo, se beberá más cerveza en un día de calor que otro tipo de alcohol. 

¿Qué pasa con la socialización?

No cabe duda que un must de cualquier evento es la socialización, la conversación, la fluidez en el face to face que ayude a que los participantes se comuniquen entre ellos. Hablamos del netwoking, que fácilmente asociamos por ejemplo a un evento afterwork, pero que está presente también en muchos momentos de cualquier tipo de evento. En este sentido el alcohol puede ser un aliado a tener en cuenta por su efecto deshinbidor; una forma de romper barreras, vencer timideces y suavizar el camino para alcanzar algunos objetivos importantes de la reunión. Dicho esto, además de garantizar la gestión moderada del alcohol, es importante gestionar cómo sucede. Como dijó Elie Mystal, en su divertido blog Above the Law “Para la mayoría de nosotros la parte más difícil de un evento de networking es encontrar precisamente la motivación para ir a un evento de networking. Cada vez que piensas que no quieres ir a un evento, necesitas un trago”. Bromas aparte, estos son algunos buenos consejos de cómo en ocasiones una buena estrategia con la bebida y una buena estrategia con tu networking combinan muy bien.

¿Cómo?

– Una bebida en la mano puede ser a la vez una espada y un escudo… por ejemplo una copa vacía es la mejor forma de salir de una conversación, de hecho, la única cortés.

– Hablar sobre la calidad de la bebida, o sobre lo que se está bebiendo, es una buena forma de romper el hielo.

– Imagina que estás siendo ninguneado por una tercera persona ante tu contacto objetivo; espera a que éste se acabe la bebida y ofrécete a ir a buscarle otra… tendrá que hablar necesariamente contigo cuando vuelvas con ella.

– Si quieres ser la estrella, cambia tu elección y bebe lo mismo que tu ‘objetivo’. Después habla con él sobre esa bebida.

– En algún momento puedes comenzar a sentirte borracho (por ejemplo, cuando comienzas a sentirte más como en una fiesta que como en el trabajo): vete del evento. Todos tendemos a querer sacar demasiado de estos networkings pero tampoco hay que caer en la desesperación y alargarlo más de lo necesario.

– Vete también cuando todo el mundo está borracho, ¿para qué malgastar esfuerzo en personas que apenas tendrán un recuerdo nebuloso de ti?

– No vayas directamente a un evento afterwork si tu idea es enviar Whatsapps a tus amigos tratando de averiguar dónde están para salir a beber con ellos más tarde: sigues bebiendo alcohol en el evento, pero tu cabeza está en ‘me marcho’. Este tipo de eventos no son para ‘matar una hora’ entre una cosa y la otra.

No gracias, no bebo

Son los no bebedores y son legión. Cuando el fabricante de whisky Old Forester comenzó a ofrecer cócteles de menta sin alcohol en el pasado Derby de Kentucky, nos estaba dando un mensaje. Las personas que no quieren beber alcohol en un evento pueden tener cientos de razones: embarazo, medicación, temor a liarla parda en un evento de trabajo, etc., etc. ¿Y qué se encuentran en el evento? agua, refrescos y zumos (ambos generalmente azucarados). Haz algo por ellos y consigue que se sientan incluidos y parte de ese momento evento.

¿Cómo?

– Sé creativo con las bebidas sin alcohol: usa ingredientes frescos e ideas frescas, como una versión de Campari con cilantro y enebro como alternativa a la ginebra o té chai para crear un ron sin alcohol, y un largo etcétera.

– Busca nuevos proveedores: Existe un grupo creciente de mixólogos que usan licores botánicos (es decir, sin alcohol y, curiosamente, sin azúcar) comercializados por compañías como Seedlip. Su web está lleno de recetas creativas como por ejemplo el licor Grove 42 con sabor a naranja mezclado con sandía fresca o jugo de fresa y lima, jarabe de agave especiado y especias, hace un riff sublime en la margarita. Otro proveedor de bebidas no alcohólicas que saben a alcohol es Spiritless, que produce bourbon y tequila sin alcohol, y Ritual Zero Proof, que produce whisky y ginebra NA (No Alcohol).

– Zumos más allá del zumo de naranja y el de melocotón. Existen mil posibilidades con esto: bajos en calorías y sin azúcar, e ingredientes sin más límite que tu propia imaginación.

– Y nunca, nunca, te burles de la gente que no bebe alcohol: “Nadie debería dudar nunca al caminar hacia un bar (o un evento) y pensar, me pregunto si habrá una opción de bebida para mí sin alcohol”, dijo Jesse Hawkins, fundador de Mocktail Project, una organización sin fines de lucro que busca la inclusividad en este tema. Hawkins fue el encargado de crear un cóctel de menta NA en el Derby del que te hablábamos antes, y junto con Jackie Zykan (Master Taste Tester en Old Forester) creó una deliciosa mezcla de té de menta, azúcar ahumado con bourbon, oleo-saccarum (un ingrediente de cóctel y ponche que utiliza un proceso en frío para extraer el aceite de las cáscaras de los cítricos enterrándolas en azúcar) y ramitas de menta.

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