iDEMICE destaca la situación brillante del viaje de incentivo

Los incentivos viven un momento dulce, tras una pandemia que le afectó más aún que al resto de nuestro sector (dependencia del viaje, imposibilidad de sustitución por formatos virtuales…). De hecho, hace poco publicábamos un estudio realizado por ibtm world sobre la buena salud de lo que podemos llamar el rey de los eventos de motivación y estimulación de resultados. Hoy os traemos otro estudio, que iDEMICE publica y va (con datos diferentes) en una misma dirección de optimismo claro.

Enorme y en crecimiento. En 2021, el tamaño del mercado mundial de estos viajes alcanzó los 40.000 millones de euros según Allied Market Research, que estima además que esta cifra puede llegar a los 200.000 millones de euros en 2031. Nos alegramos de la buena salud de este mercado… que tomamos con respeto: una multiplicación por cinco en una década supone un crecimiento anual medio (incluyendo momentos de recesión) de un 17,5%, un nivel que muy pocos segmentos sostienen durante una década entera si no originan en la Silicon Valley… Por ejemplo, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) calcula que para los próximos 10 años, los viajes de negocios podrían crecer un promedio de 5,5% anual. Queda por ver si el estudio peca del lado optimista, o si los incentivos son the next big thing… Pero más allá del nivel exacto, hablar con los actores de este sector permite entender que claramente los incentivos están en un buen momento.

Un factor multiplicador altísimo. Según este estudio, este tipo de evento generó en 2022 un retorno económico para los destinos españoles superior a los 5.100 millones de euros, con un impacto directo que rondó los 1.300 millones de euros. Este segmento participa así en la creación de cerca de 6.000 puestos de trabajo, afirma la asociación. Las razones por las que según el informe, los incentivos tienen un factor de multiplicación tan alto (multiplicación de 4 del impacto directo al impacto total) serían la tipología de cliente de este nicho de mercado por su gasto superior, su efecto multiplicador, la posibilidad que ofrece para poder ser fidelizado (‘bleisure’) y su carácter complementario y desestacionalizador.

Herramienta válida para cualquier negocio. Según iDEMICE, entre los principales atributos que se reconocen a los viajes de incentivos figuran su potencia a la hora de estimular las ventas, su contribución a la fidelización de los empleados y distribuidores, su aportación a la cultura corporativa, su capacidad para retener el talento, y su valor para “mover conciencias y actitudes”. Además, siguen, se trata de una fórmula muy consolidada en el tiempo y en las políticas de empresa, en especial en determinados sectores económicos (seguros, médico-científico, banca, tecnología, automoción). Y si quieres saber más sobre el enorme impacto de los viajes de incentivo, puedes leer nuestro apasionante informe sobre el poder del incentivo.

Tendencias y consejos. El informe recoge las claves que han de ofrecer los destinos MICE, la visión de las empresas que contratan incentivos y el papel que tiene que desempeñar las agencias en el nuevo escenario surgido tras la pandemia, que han relanzado su protagonismo. Igualmente contiene un apartado dedicado a las tendencias en este subsegmento, entre las que destacan la sostenibilidad, la digitalización, el regreso a la presencialidad, la entremezcla de fórmulas (viaje de incentivos + eventos) y la implicación cada vez más directa de los participantes/promotores en el programa de actividades. Y a nivel de nuevas actividades, se citan las posibilidades que brinda la IA y otras tecnologías emergentes.

Por otro lado, Ceuta ha firmado un protocolo de trabajo con iDEMICE por el cual ambas entidades van a colaborar “para llevar a cabo acciones y eventos, y trabajar en el desarrollo de los recursos humanos y la incorporación de nuevos talentos al sector”.