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«Kidulting»: los eventos con enfoque infantil ya no son solo para niños 

«Kidulting»: los eventos con enfoque infantil ya no son solo para niños 

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Andrea Bouzas
5 stands del Salón Gourmet que destacaron a la hora de comunicar su marca   6 libros sobre eventos para regalar en el Día del Libro  Dayana Orozco (Manifesta 15 Barcelona): “Queremos que las marcas se vinculen a la bienal, impulsando y dando más fuerza a su programa» 
¿Quién no ha deseado alguna vez volver a su infancia? Jugar, disfrutar con los amigos como si no hubiese un mañana, sentir que no existe ninguna preocupación en la vida más que llevar los deberes hechos a clase... ¡Qué tiempos aquellos! Aunque no podamos retroceder en el tiempo y tener de nuevo 6 años, una tendencia en nuestro sector busca hacernos sentir como tal: el “kidulting” o, lo que es lo mismo, hacer sentir a un adulto como un niño. Ya verás: los eventos son el aliado perfecto para lograr este propósito.

De acuerdo a la psicóloga clínica Carla Marie Manly, «en la práctica, el ‘kidulting’ es una vuelta natural y sencilla a actividades infantiles conocidas que nos hacen sentir bien». Estas actividades o experiencias vienen fomentadas por eventos, en los que se busca exaltar esas emociones de alegría y nostalgia que recuerdan a las edades más tempranas. 

No es ninguna tontería que las marcas y empresas organizadoras de eventos sean más proclives a crear experiencias que nos trasladen a nuestra infancia. Solamente hace falta echar un vistazo a los datos: En 2022, la Asociación del Juguete anunció que el 58% de los padres compran juguetes para ellos mismos. Igualmente, la revista Emotion publicó en 2016 que la nostalgia estimula la sensación de conexión entre el pasado y el presente. Unos años después, en 2021, este mismo medio informaba en un estudio de que la nostalgia ya no solo refuerza la conexión con nosotros mismos, sino también con los demás. 

Igualmente, piensa en el público objetivo de los eventos ‘kidulting’: jóvenes millennials y generación Z. Las personas de estas generaciones, que han vivido de lleno la crisis del 2007 y una pandemia mundial, se enfrentan a precios imposibles para poder independizarse o a encontrar el amor en la era Tinder. En definitiva, deben hacer frente a un futuro complicado en el que hacerse adultos. Por eso, estas experiencias permiten que el público desconecte por unos minutos u horas de las preocupaciones cotidianas y fomentan la creatividad y diversión. Estos son algunos ejemplos que demuestran que nuestro país es un gran generador de experiencias para los amantes de los eventos con un carácter más infantil. 

Exposiciones inmersivas, las experiencias “kidulting” favoritas 

La inmersión e interactividad son la última tendencia en el sector, valores en eventos muy relacionados con esta idea de convertirse en un niño de nuevo. Barcelona y Madrid son las ciudades que más acogen este tipo de espacios y experiencias.  

Por un lado, en la ciudad condal se ha localizado durante todo un mes el mayor parque hinchable del mundo. Más de 4000 m2 de atracciones inflables estuvieron disponible en el Centro Comercial Westfield La Maquinista, en el que tanto pequeños como adultos pudieron volverse como locos saltando y recorriendo las instalaciones. También cuenta con museos como Ikono, una galería de arte interactiva en la que la vista, el tacto, el olfato y el oído han de ponerse en alerta para poder vivir la experiencia al completo y donde aburrirse no es una opción   

kidulting

Por otro, Madrid no para de acoger eventos “kidulting”. El último ha sido Mundo Pixar, un recorrido que se conforma por 10 salas y el público podrá sentirse como si estuviesen dentro de las películas del mundo Pixar: los asistentes tendrán la oportunidad de sentarse junto a personajes como Carl en el salón de la casa de Up, visitar la fábrica de Monstruos S. A. o sentirse como el vaquero Woody y sus amigos en la habitación de Andy, de Toy Story. Otra experiencia de este estilo fue Disney – El poder de la amistad, un espacio en el que se pudo disfrutar de cuatro salas principales inspiradas en cuatro grandes clásicos de Disney: Alicia en el País de las Maravillas, El Rey León, Lilo & Stitch y Mickey y sus amigos. A través de la tecnología de realidad aumentada proporcionada en esta ocasión por Snapchat, los visitantes hicieron que los personajes cobrasen vida a través de códigos QR disponibles a lo largo de los diferentes espacios. 

Espacios muy dulces y divertidos 

No son pocos los espacios que te llevarán a tu niñez en Madrid. Por ejemplo, seguro que te volvías loco por comerte una chuche de pequeño. Cierto es que a nadie le amarga un dulce, menos aún si nos encontramos en Sweet Space, el museo más dulce de Madrid. Ubicado en ABC Serrano, este espacio experiencial combina olor, tacto y, por supuesto, gusto. Golosinas por doquier decoran las 10 salas temáticas, entre las que también encontrarás un tobogán, un columpio, un coche de choque y, por supuestos, muchos dulces. 

¿Y quién no ha ido emocionadísimo alguna vez a la feria? En Madrid podrás organizar tu evento en La Morenilla, un restaurante en el que serás recibido por un “Zoltar” (la famosa máquina que adivinaba el futuro en la película Big) y que cuenta con las atracciones indispensables de cualquier verbena: el tren de la bruja, donde cada vagón es una mesa completamente decorada; una noria que alberga en su interior una mesa o una reproducción de un tío vivo donde se podrá comer. 

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