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Llega el evento de Navidad austero

Llega el evento de Navidad austero

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Si existe un evento sagrado, es la fiesta de navidad de las empresas. ¿La situación económica podrá con esta institución? ¿Y qué impacto tendrá la economía en los otros tipos de eventos? Hablamos con agencias de eventos para valorar el estado del sector.

Pocas cancelaciones, pero más sobriedad
En estas fechas donde el turrón y la pandereta están a la vuelta de la esquina, los eventos navideños, aunque resentidos por la situación económica, sobreviven a las cancelaciones. «El evento navideño sigue siendo un punto álgido de celebración; es cierto que hay reducciones en acciones destinadas a eventos, pero en este caso los que lo celebran lo hacen correctamente», explica Cristy Campoy directora de la agencia Campoy Sinergias en Comunicación.

Hay que recordar que el evento navideño no es sólo un evento puramente ritual o una excusa para relacionarse: es también «un acto importante de comunicación y fidelización interna. Un evento que puede servir para aumentar la cohesión del grupo y potenciar el orgullo de pertenencia en momentos difíciles. Quizás sea una cena más austera, con menos medios. Incluso hay clientes que se organizan ellos mismos la fiesta para ahorrar costes, pero seguro que alguna actividad, evento, acción o detalle con motivo navideño tendrá lugar», afirma Fernando Le Monnier, Marketing Manager de la agencia Kivicom. Añade que «se van acabando los excesos, y los clientes nos piden cada vez más creatividad, originalidad y eficacia a buen precio, especialmente para estos eventos navideños».

Una de las conclusiones a la que podríamos llegar, según Alexandra López, Directora de la División de Eventos de apple tree communications, es que «en épocas de crisis los eventos sufren reducciones de presupuesto y se tiende a organizar eventos más sencillos y menos espectaculares en su puesta en escena y recursos». Una manera de seguir en sintonía con la situación económica.

Razones de imagen también…
Si bien es cierto que la «crisis» nos afecta a todos, no siempre es el presupuesto el que impide hacer un evento por todo lo alto. «Hay ocasiones en las que los recortes o anulaciones se deben más a una estrategia de imagen que a una necesidad de austeridad económica. No queda bien en estos momentos que alguien se marque un homenaje a lo grande…» puntualiza Eduardo Gonzáles, director de Vega Factory. Esto hace que actualmente se produzcan hechos insólitos hasta ahora como «que la cancelación del evento se produce a pocas semanas e incluso pocos días antes del mismo evento», explica Eduardo. Se observa incluso que algunas empresas prefieren pagar las penalizaciones por cancelación, antes que realizar un evento inapropiado en estos tiempos de austeridad económica.

Incluso se vio el caso de este cliente americano que canceló un incentivo de lujo a Nueva Zelandia para 500 personas, tras abonar todo el coste del evento. Ya no se trataba de ahorrar dinero, sino de salvar la imagen y que nadie tenga impresión de derroche en estos tiempos difíciles. El trauma AIG (que organizó un seminario en un hotel de lujo pocos días después de ser rescatado con fondos públicos) ha marcado las empresas: el lujo parece sucio estos días.

Ganadores y perdedores en la carrera de la supervivencia
Los eventos sobreviven el temporal pero ¿Hay algún tipo de evento al que le favorezca la situación actual? Hay diversas opiniones al respecto: para algunos especialistas como Fernando, «Los eventos vinculados a celebraciones (Navidad incluida), fiestas, incentivos, viajes para empleados o canales de distribución son los que más están padeciendo los efectos del momento económico adverso. También aquellos de carácter promocional y de marketing como lanzamientos de producto, road shows o ferias, especialmente de consumo. En cambio, aquellos ligados al networking, formación, información se mantienen o incluso pueden llegar a crecer».

Para Nacho Aparicio, socio director de Comando Quattro, primero hay que diferenciar entre «eventos internos y eventos hacia el consumidor o cliente». Según él, los eventos que actualmente funcionan y funcionarán mejor en el futuro son los dirigidos al consumidor o clientes, mientras que los eventos internos se resentirán más. «Las empresas están redistribuyendo recursos. Se está cortando tanto en publicidad convencional en medios masivos como en acciones internas (eventos corporativos, team building…) y se están potenciando las acciones cercanas al consumidor (promociones, acciones en punto de venta, road shows, campañas online…). En realidad, se tiende hacia campañas de más bajo presupuesto pero con resultados más directos, medibles y, en muchos casos, justificables», explica Nacho.

En cambio, para otros profesionales como Eduardo González, la situación actual afectará a todo el sector en general; según él, es difícil concretar a quién más y a quién menos, «la situación es general, desde las sponsorizaciones hasta los eventos internos o externos… No obstante, creo que es temporal. Habrá un momento pronto en el que las empresas vean lo necesario que es seguir comunicando y estando presentes, por lo que poco a poco las compañías tomarán consciencia de la situación, se planificarán el año y aunque tengan recortes en sus presupuestos, dejará de haber sobresaltos». Hay que ser positivo y, como apunta Manel Belso, director comercial de Talismán Group, «el mundo sigue, no todos los sectores viven de la misma manera la crisis y hay que seguir produciendo, creando, vendiendo y lanzando nuevos productos. El mundo no se acaba y la utilización de sistemas de comunicación directa como los eventos podría, en época de crisis, estar incluso mucho más justificados que otros medios, dada su precisión y su acierto con el público objetivo».

Sin duda la dificultad económica agudiza la creatividad
Shackleton Events lanzó una original campaña para promover los eventos navideños en estos tiempos de vacas flacas. Enviaron a sus clientes y potenciales una caja con el lema «La crisis nos llega a todos» donde en su interior se encontraba un belén vacío, sin las típicas figuritas de la virgen y el niño Jesús, con un cartel que apunta a una página web (www.belen-for-rent.com). En ella se podía ver un videoclip protagonizado por The Leman Brothers donde se canta una divertida canción titulada Todo se va a la m… para reírse de la crisis. «Era un guiño a que pase lo que pase, con o sin crisis, hay tradiciones que no pueden faltar, como es la fiesta de navidad, además ya tenemos contratada una fiesta de Navidad a raíz de esta acción, y esperamos tener muchas más», anuncia Lucia Angulo, Directora General de Shackleton Events.

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