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Los beneficios de la actividad

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Eric Mottard
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Cuando alguien está en alta montaña, o agotado en el desierto, no muere de frío o de sed: muere porque para, porque se dice que tienen descansar un poco. Y no se despierta. Esto ilustra un concepto importantísimo estos días: la importancia de mantenerse vivo, activo, creativo. En un momento en el cual hay más o menos tanta actividad como árboles en el Sahara (¡pero volverá pronto!), creo que esta idea es vital. Mantener la actividad, la creatividad, la adaptación y la preparación, me parece una de las cosas más importantes hoy, casi más que la facturación. Pero… ¿qué puedes hacer? He aquí un artículo muy personal, de opiniones por supuesto discutibles y también de observaciones del contexto actual y de las formas de reaccionar. Por Eric Mottard

Ok, primero trabajemos tu positive thinking: estamos viviendo un momento estimulante. No te sorprenderá saber que eventoplus también está jodido, viviendo el momento más crítico de su historia. Pero, puestos a ver el vaso medio lleno, aunque solo tenga 4 gotitas, digamos que estamos en un campo de juego totalmente nuevo, una especie de escape room (aunque tremendo). Y en este marco, tenemos que rascarnos la cabeza y volvernos más inteligentes, adaptables, innovadores, “resilientes”. O nos lo tomamos como un reto a solucionar, o no saldremos. En principio, Darwin ha identificado que estamos hechos para esto, para saber aguantar y adaptarnos, con lo cual partimos con ventaja.

No quiero frivolizar sobre la crisis: ya sabemos todos lo horrible que es a nivel sanitario (sobre todo) y de actividad económica (que tiene su importancia también, es la vida de la gente). Solo quiero con esta metáfora que todos tengamos esta actitud que tanto necesitamos.

La cosa está complicada, lo sabemos. Es un contexto muy muy complicado, como cuando haces un escape room y te parece que no tienes nada con lo cual siquiera empezar, conseguir algo de facturación o de actividad económica es difícil. Y conseguir MUCHA facturación será imposible a no ser que montes un laboratorio farmacéutico. Los eventos volverán, pero durante unos meses, nos toca buscar pequeñas cosas, además de prepararnos para volver bien. Pero sobre todo, MANTENERNOS ACTIVOS. Una actividad a menudo poco rentable, pero actividad igualmente, y esto es lo importante.

Los beneficios de la actividad. El otro día una empresa me comentaba un servicio nuevo que lanzaba sabiendo que, en el mejor de los casos, tendría una facturación muy baja. Una decisión que un economista probablemente diría que no tiene mucho sentido. Pero ya sabemos que la vida se decide mucho más por criterios psicológicos y emocionales que económicos. ¿Por qué tiene sentido esta actividad para facturar dos duros? Por muchos motivos:

  • Esto permite seguir creando, seguir pensando, agudizar nuestro ingenio. Somos deportistas, y si nos tomamos meses de parón, no volveremos a correr bien. Además un terreno de juego que ha cambiado es el mejor marco en el cual inventar. Si nos mantenemos activos, volveremos más fuertes, creativos, emprendedores, flexibles. Si solo esperamos el deshielo, nos anquilosaremos.
  • Nos da una excusa para llamar a los clientes y que estos clientes se acuerden de tu marca, de que tu empresa es dinámica, está al pie de cañón, es adaptable y creativa. Una empresa positiva, luchadora, creativa y creadora. Y os prometo: cuando vuelva la actividad, todos querremos trabajar con luchadores. Crea esta imagen ahora.
  • Permite transmitir cosas a los medios (os recuerdo que nos encanta publicar las iniciativas de las empresas del sector, nuevos productos, formatos de eventos, protocolos definidos, y sí, ¡incluso los eventos online!).
  • Esto mejora tu estado anímico. Cuesta mucho más que el desánimo o el bajón venga cuando estás ocupado y creando cosas. Estar confinados diciéndonos que todo está perdido es la mejor manera de que todo esté efectivamente perdido.

Mil cosas que hacer, que proponer

Hay gotas en el vaso y habrá cada vez más. Se hacen hoy webinars que intentan ser eventos y para ello necesitan dinamización, guionización, tecnología. Se empiezan a hacer eventos en platós (¡ya es algo físico!) y podemos apostar que pronto tendremos eventos pequeños concebidos para una difusión masiva, pero con solo unos happy few presentes in situ. Se harán pronto eventos pequeñísimos que necesitarán espacios preparados y caterings. Se harán eventos multi-sede, una opción interesante para reunirnos entre varias ciudades cuando es complicado viajar. Se necesitarán soluciones de desinfección y personal para gestionar la parte sanitaria en eventos. Se necesitarán audiovisuales para comunicar bien de forma distanciada. Se necesitarán espacios grandes para reunir gente con un tercio del aforo normal. Se necesitarán espacios pequeños porque las pequeñas reuniones serán autorizadas. Se necesitarán espacios al aire libre para eventos que mantengan la distancia de seguridad. Se necesitará caterings que sepan trabajar de forma segura. Se necesitarán azafatas y personal para eventos, etc, etc, etc. Se necesitarán muchas cosas, y esto es maravilloso. Menos maravilloso: cada una aportará probablemente una rentabilidad patética, lo siento. Pero nos mantendrá activos a todos, nos dará una excusa para llamar a clientes, para comunicar lo que hacemos, para mantener la llama.

Estoicismo al rescate

Si simplifico un pensamiento milenario en una frase (iré al infierno por esto), diría que el estoicismo nos dice: “tienes que entender el mundo, el contexto; luego considerar que todo lo que no puedes cambiar o influir son elementos de entorno de los que ni tienes que alegrarte o lamentar… y centrarte en lo que puedes hacer en este entorno”. Lo que nos pasa hoy es un cambio del entorno. Y tenemos que obsesionarnos por lo que podemos cambiar, mejorar, lanzar. Lo malo, ya lo conocemos todos.

De estas crisis algunos desaparecerán del panorama porque habrán perdido la actividad, el ritmo de creación y de iniciativa, y han desaparecido de la las mentes de los clientes. Porque se habrán sentado, cansados, en la nieve. No hagas esto. Muchos ánimos.

 

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