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Madrid underground: la capital desde el subterráneo

Madrid underground: la capital desde el subterráneo

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 El Metro de Madrid sorprende como espacio para eventos y comunicación de marca... Lo vimos con el patrocinio de Vodafone de la línea 2 o la estación de Sol; con acciones promocionales en los vestíbulos de las estaciones, y últimamente con eventos muy experienciales que involucran al público y les hacen subir la adrenalina como la carrera Discovery Underground.

Tren hacia el pasado

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El metro de Madrid permite un amplio abanico de posibilidades para eventos…. entre las agencias que han aprovechado este original espacio está la agencia Box de Ideas. Para celebrar el 50 aniversario organizó para un grupo de clientes un viaje desde 2012 a 1962, recorriendo medio siglo a través de los recuerdos. La Estación de Chamberí, inaugurada en 1919, formaba parte de la primera línea de ferrocarril subterráneo creada en Madrid (Línea Puerta del Sol – Cuatro Caminos), y cuenta además para incluir en las actividades con una sala de proyección en lo que antiguamente eran las escaleras de acceso a la estación.

En este caso, los 60 asistentes fueron citados en la estación de Cuatro Caminos, subieron a un vagón de metro ambientado en los años 60 y personalizado con imágenes de la empresa desde su nacimiento hasta hoy día y fueron recibidos por revisores de metro de los años 60 y se les entregaría un billete único que les llevará al pasado. El fin de trayecto fue la Estación de Chamberí, donde los asistentes disfrutaron de un cóctel en la estación ambientado en los años 60.

La estación fantasma

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También la agencia Activic aprovecha el oscuro encanto del metro para actividades de suspense. La estación fantasma es un terrorífico juego en una estación abandonada. La estación de Chamberí, que se abandonó en 1966. Tras años sepultada y tapiada, ha sido restaurada y se conserva en el mismo estado que el día de su cierre. En este teambuilding, la trama parte con unos terroristas que han colocado una bomba en la estación. El grupo eberá desconectarla trabajando en equipo antes de que explote.

1,2,3 Subway

Otra propuesta de la misma agencia en este espacio es 1,2,3 Subway. En este caso, el grupo viaja en metro tranquilamente hasta que este de repente para en un túnel. Uno de los viajeros recibe una llamada y comunica al resto que tienen 60 minutos para escapar del tren. Para ello, tendremos que seguir las instrucciones de la misteriosa llamada telefónica.

La mina del diablo

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Pero el metro no es el único espacio subterráneo para actividades en la capital… existen lugares inhóspitos donde puedes realizar juegos de terror y misterio para grupos (20-300pax). Activic propone uno muy original: en un bunker militar en el Museo Geominero, debajo de la facultad de minas, organizan la actividad Encerrados, donde un oscuro pasillo y siniestras habitaciones sin ventanas se transforman en 1.500m de terror.

Se lleva al grupo ‘engañado´ a una supuesta visita tranquila, y en un momento dado se apagarán las luces y deberán investigar la forma de salir, descubriendo misterios y extraños aparatos en el bunker. Otra opción es La mina del diablo, una gymkhana a 50m bajo tierra, en una mina de carbón, en la que el grupo compartirá protagonismo con los mineros que fallecieron en 1960 a causa de un escape de gas.

Mini hace del Metro de Madrid una auténtica pista de automovilismo

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Uno de los más espectaculares que se han hecho últimamente es la Mini Metro Race, que dejó el listón muy alto al tunnear tanto vías, túneles y andenes en un circuito de velocidad, con vías asfaltadas que convirtieron el andén de la estación de Chamartín en una pista de carreras. El evento de la agencia Tango para Mini sorprendió a los pasajeros del Metro que vieron desde los andenes una exhibición de la línea de modelos de competición de Mini, la John Cooper Works.

En condiciones especiales, el andén no llega a los seis metros de anchura, los pilotos quemaron rueda con demostraciones de zigzag entre conos, slaloms cruzados, aceleraciones en pista y más «acrobacias» que congregaron a muchos pasajeros que bajaban del vagón en andenes cercanos llamados por las luces y el ruido de motores.

 

 

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