¿Qué pasa si quitas el sentido de la vista en tus eventos?

Desde Ilunion Hoteles nos contaban que habitualmente organizan eventos con dinámicas “a ciegas”, como puedes ver en la fotografía de arriba, en las que usan antifaces.

Detectamos dos beneficios claros: uno sensorial y otro social. Como la vista es el sentido en el que más nos apoyamos nuestra atención aumenta y otros sentidos se magnifican en la oscuridad. Además, sin luz cualquier prejuicio provocado por la vista desaparece. Por lo tanto, la comunicación es mucho más intensa, auténtica y espontánea. En definitiva, puede ser una buena herramienta de teambuilding, de conexión de equipos y de impacto en la comunicación de tu mensaje.

En 2004, se abrió el primer “Dans le Noir ?” en París y se convirtió en la primera cadena de restaurantes a oscuras en el mundo entero, de capital privado y sin subvención. También han abierto en Madrid.

Más allá de la experiencia gastronómica a oscuras también nos llama la atención el hecho de fomentar la inclusión laboral de personas con discapacidad (han ganado un premio de la Fundación Randstad por esto en 2022). Los comensales tienen que adivinar lo qu e comen y beben, pero es que, además, deben fiarse de que un camarero, también ciego, sea sus ojos durante toda la noche. Se sensibiliza así sobre la capacidad en la discapacidad, valorando el talento y experiencia de las personas que se incluyen en nuevos equipos de trabajo. Wella, Cisco o Netflix ya han provado esta experiencia, según nos cuentan desde Dans Le Noir.  La capacidad máxima en el comedor es de 50 personas en 1 turno.

Y recuerda: en cualquiera de tus eventos puedes contar con personas con discapacidad. ¡Te hablaremos más sobre el tema de la inclusión laboral en nuestro próximo número de eventos Magazine!

En el caso de Dans le Noir ? no hay que llevar antifaz porque el comedor está en absoluta oscuridad. El camarero-guía invidente acompaña a los comensales hasta su mesa y silla. Pasan por tres cortinas y poco a poco a cada una que se pasa se hace más oscuro, hasta la última donde ya no se ve absolutamente nada.

“Aunque el menú sea sorpresa, tenemos en cuenta todo tipo de restricciones alimentarias. Al llegar hay una pequeña introducción y un proceso de preparación. Al final de la cena hablamos de la experiencia a oscuras viendo las fotos del menú y las bebidas”.

Para las empresas, nos cuentan que, ofrecen la opción de hacer una encuesta al final de la cena con el fin de tener un debriefing más detallado acerca de la experiencia de cada uno.

Dependiendo de sus objetivos, crean un cuestionario (5-7 preguntas) distribuido al final de la experiencia. “El cliente puede volver con las respuestas o crear un documento que resuma lo que han visto y ver el impacto que la experiencia ha tenido en ellos y su respuesta a una situación fuera de su zona de confort”.