Una doble visita impromptu en FITUR

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- Cuando hablas con alguien, si vas con una mente mínimamente abierta, se te quitan las ganas de juzgar. Vernos es salvador, es el mejor antídoto a esta mierda de X (Twitter) donde todos saben de todo y sentencian con violencia desde la distancia. Juzgar desde nuestro sofá a un palestino que nunca ha conocido la libertad plena, cuya media familia ha muerto, es atrevido. Juzgar a un israelí que siente que la mera existencia de su pueblo es amenazada y ha vivido con la shoah la peor masacre industrial de la historia, es atrevido también. No digo que no haya enormes cosas condenables, horribles, que nos hacen olvidar nuestra mera humanidad y que personalmente me han quitado mucho sueño; pero yo, que no he conocido estos dos traumas, sería prepotente de juzgar a las poblaciones (cuidado: las políticas se pueden criticar, condenar, combatir, no podemos aceptar horrores por un relativismo moral constante, pero siempre tenemos que escuchar y entender y evitar juzgar a los pueblos).
- El turismo es mucho más que una mera visita. De hecho desde estos dos stands, han destacado lo mismo: que los turismos importantes ahora (más peticiones que viajes efectivos en el caso palestino) son el turismo religioso y un turismo que podemos llamar “solidario”, de gente que quiere apoyar a tal o cual comunidad en un momento sensible, a nivel económico pero también simbólico. El turismo es un mensaje más allá de una reserva de hotel; el turismo supone acercarse a una tierra, hablar con un pueblo, mostrar su cercanía. “Aquí estoy, contigo”, dice el turista, o por lo menos algunos de ellos.
- Pero lo mejor es que el impacto del turismo puede ir mucho más allá de este apoyo moral y económico. Por lo que comentaba en el primer punto, y como comentado con nuestros anfitriones, el turismo tendría que hacerse con visitas a / conversaciones con las dos comunidades. Y de estas conversaciones, solo puede salir algo mejor que la desconfianza y diabolización que nace del hecho de consumir juicios rápidos en las “filter bubbles» que son nuestro pan de cada día. Abraham Lincoln lo dijo a la perfección: “No me gusta este señor; tendría que conocerle mejor”. Este acto de acercamiento a alguien del cual nos gustaría mantenernos alejados es lo que más necesitamos. Y el turismo, si se plantea no como algo ideológico sino humano, tiene un valor casi salvador por ello.
Gracias a nuestros anfitriones en estos dos stands. Ha sido un lujo tener estas breves conversaciones, sin odio ni de un lado ni de otro. Pronto tenemos que planificar viajes a Palestina e Israel. Solo puede abrirnos, pero quizás también abrirles, un poquito más la mente. Este texto un poco idealista y flower power no soluciona todo, no quita los horrores del pasado y del presente contra los cuales tenemos que luchar; no son ideas suficientes. Pero quizás son ideas que tendríamos que tener un poco más. Vernos en una feria e idealmente en un viaje, es increible. Y si no puedes viajar allí, por lo menos mira esta joya de TED, donde un israelí y un palestino hablan con una humanidad compartida: Aziz Abu Sarah and Maoz Inon: A Palestinian and an Israeli, face to face | TED Talk – otro ejemplo de lo que puede hacer un evento para fomentar el entendimiento y la inteligencia.
Necesitamos vernos y hablar.