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Bioshock Team Building: una ciudad sumergida, una misión y un equipo que aprende a respirar juntos

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De repente, las luces bajan. Un zumbido metálico. Una compuerta que se abre. El aire se vuelve denso, salino. Ya no estás en una sala de formación: estás en Rapture, la mítica ciudad submarina del universo Bioshock. A partir de ese momento, el equipo deja de ser un grupo de compañeros: se convierte en una tripulación que debe comunicarse, decidir y sobrevivir… juntos.

Así comienza Bioshock Team Building, la propuesta de Marca Condal que transforma la narrativa de un videojuego en una experiencia de cohesión corporativa real. Un ejercicio de inmersión total que demuestra que, cuando el entorno cambia radicalmente, también cambian las dinámicas, los roles y la forma de liderar.

Del videojuego al aprendizaje vivencial

Inspirado en el clásico de Irrational Games, el programa traslada a los participantes al corazón de Rapture: un universo art déco, retrofuturista y moralmente ambiguo, donde cada decisión tiene consecuencias.
Durante la experiencia, los equipos interactúan con actores, resuelven enigmas, sortean pruebas y enfrentan dilemas colectivos que solo pueden superarse mediante la colaboración.

La escenografía, diseñada por Marca Condal, no es un decorado: es un personaje más. Todo respira historia, tensión y atmósfera. Aquí no se compite: se coopera. No se trata de ganar puntos, sino de descifrar juntos la historia.

Cuando la ficción se convierte en espejo

Cada decisión, cada silencio, cada reacción… revela más sobre un equipo que cualquier reunión de trabajo.

¿Quién da el primer paso cuando hay incertidumbre?

¿Quién escucha?

¿Quién frena?

¿Quién asume el riesgo?

La narrativa de Bioshock —centrada en la ética, la responsabilidad y la supervivencia colectiva— funciona aquí como una metáfora del entorno corporativo: un espacio hostil que pone a prueba la capacidad de adaptarse, comunicar y mantener la calma bajo presión. Como en el juego original, el progreso no depende de la fuerza, sino de las decisiones. Y, en la empresa, eso se traduce en empatía, comunicación y liderazgo compartido.

Más que un juego: una experiencia que deja huella

Al final, lo que propone Marca Condal no es “una jornada fuera de la oficina”. Es una inmersión sensorial y emocional que deja preguntas abiertas: qué papel asumí sin darme cuenta, qué decisiones cambiaron el rumbo del grupo o cuánto confío realmente en los demás.

Esas reflexiones —más que las pruebas o los logros— son el verdadero retorno de la experiencia.
Porque el aprendizaje no se mide en puntos, sino en conversaciones que continúan después, cuando el equipo regresa a su entorno y empieza a aplicar lo vivido.

La ciencia también lo respalda

La espectacularidad no lo es todo: la psicología organizacional avala este enfoque.
Un metaestudio de Frontiers in Psychology (2024) confirma que los team buildings basados en la colaboración y acompañados de una reflexión final mejoran la comunicación y la cohesión interna.
A ello se suma un estudio del National Bureau of Economic Research (NBER) —Team Players: How Social Skills Improve Group Performance— que demuestra que las habilidades sociales, como la empatía o la cooperación, tienen tanto impacto en el rendimiento como las capacidades técnicas.

Y una investigación más reciente publicada en ArXiv (What Drives Team Success?, 2025) identificó el llamado “efecto jugador de equipo”: cuando un grupo ya se conoce y comparte una experiencia intensa y desafiante, su rendimiento colectivo se multiplica.

La conclusión es simple: si se diseña con intención, la inmersión narrativa no solo entretiene. Transforma.

El valor de sumergirse

Bioshock Team Building representa una nueva forma de entender la formación corporativa: aquella que une arte, juego y psicología aplicada.
No busca romper el hielo. Lo derrite por completo. Porque cuando la historia te obliga a actuar desde la emoción y la intuición, el aprendizaje deja de ser un objetivo…y se convierte en una consecuencia inevitable.

A veces, para que un equipo evolucione, no basta con sacarlo de su entorno. Hay que sumergirlo bajo el mar.

Pregunta 1 de 4

¿Qué crees que debería ser el principal objetivo de un team building?

Pregunta 2 de 4

¿Qué tipo de experiencias crees que dejan un aprendizaje más duradero?

Pregunta 3 de 4

En tu empresa, ¿qué frena más la efectividad de los team buildings?

Pregunta 4 de 4

¿Crees que la inmersión (historia, ambientación) puede potenciar el aprendizaje?

¡Este es tu perfil!

Tus respuestas sugieren que tienes una visión clara y estratégica sobre cómo cohesionar a las personas. Para ti, un team building es mucho más que un juego.

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No solo buscas una actividad divertida, sino una experiencia con propósito. Entiendes que un equipo sólido se construye con confianza, buena comunicación y objetivos claros. ¡Eres la pieza clave para transformar un grupo de personas en un verdadero equipo!



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