De espacio diáfano a teatro más grande de Barcelona: la transformación de Cúpula

Eloi Bayen, director de operaciones y Jaume Rojano, jefe de sala de Cúpula Las Arenas, fueron los anfitriones de eventoplus en la exploración de esta metamorfosis.

Es la primera vez que este espacio efímero, ya destinado a eventos de marca, sufre una transformación tan radical. ¿El motivo? Durante 11 semanas, Cúpula está siendo el escenario del musical Grease, hasta el 25 de enero.

La sala situada en el último piso del centro comercial Las Arenas, a 27m de altura, es un área diáfana caracterizada por su forma circular y por la línea de su techo: una cúpula de madera y cristal que deja entrar luz natural durante todo el día.

El proyecto del music hall fue pensado hace menos de un año y para los técnicos que han trabajado en el montaje, Cúpula Las Arenas ha sido una hoja en blanco donde han ido dibujando en dos semanas un teatro totalmente adaptado a las exigencias de la producción.

Ante todo había que evitar que cualquier luz exterior molestara la visión del espectáculo. Para eso la empresa M6 actuó un black out completo del espacio, montó estructuras de tejido negro para mejorar la acústica del lugar y, para proteger el suelo del pasaje de los espectadores, moqueteó al 100% el espacio: en ningún momento el visitante está pisando el suelo original de Las Arenas, sino uno de PVC.

En segundo lugar, la compañía Fluge instaló un sistema de audiovisuales totalmente autosuportado: el espacio puede aguantar hasta 277Kw de energía, no necesitando generadores externos.

Una tarima de 1.700 plazas con asientos rosa y lila (los colores del musical) ha sido montada por Nussli: Eloi y Jaume explican que el material para construir las gradas llenaba siete trailers y que este fue subido en los montacargas de Las Arenas, que pueden aguantar hasta 6.000kg y miden 4x2m.

Pero la tarima no es el único objeto pesado que ha sido subido al espacio: el coche protagonista de la coreografía Greased Lightnin espera en el backstage su momento de fama.

Jaume Rojano explica que antes de empezar el trabajo de preparación ha sido efectuado un estudio de peso para verificar que el espacio aguantara el peso. «Ha sido una prueba del fuego y la hemos superado», añade con aire satisfecho.

Los dos explican que la adaptación del espacio tenía otra dificultad: «Salvar la curva característica del espacio. Todos los materiales de carpintería y de soporte técnico han sido realizados a medida, porque requerían parámetros que se salen de los standards», dice Bayen.

Sin embargo este detalle no ha sido un obstáculo a la hora de crear un escenario con efectos especiales, pantallas de LEDs móviles y una orquesta en vivo situada encima de la escena.

Detrás del escenario empieza el mundo de los camerinos, formado por paneles modulares que dividen los espacios para los artistas de la zona de baños químicos toitoi y duchas. La peluquería y la lavandería han sido recabadas de la habitación que normalmente los caterings utilizan como cocina, añadiendo calentadores adicionales para aprovisionar las duchas de agua caliente. El mobiliario del área también es de M6.

Es así que, gracias a estas modificaciones llevadas a cabo por Cúpula y sus empresas partners todo el espacio se ha sumergido en la atmosfera amena y alegre del musical que llevó a la fama a John Travolta y Olivia Newton-John.

Pero el espíritu de Grease no se limita a revivir en la sala o en la zona bar, con sus paredes fucsia y suelo a cuadros blancos y negros tan de moda en los ´50. Y es que un pórtico provisional creado para el evento da la bienvenida al público con un cartel que anuncia el musical al estilo luminoso de Broadway y se ve ya de la Plaza de España. Este, junto con un hinchable situado a los pies del centro comercial, es el principal reclamo del espectáculo.

«Además», afirma Eloi, «cada tarde los actores llegan a Las Arenas algunas horas antes del comienzo de la función y bajan a los bares y las tiendas ya vestidos de sus personajes. De esta manera todo el mall respira la atmosfera de Grease».