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General · Madrid

El Teatro Real se vuelve a vestir de gala por una buena causa con Lorenzo Caprile

El Teatro Real se vuelve a vestir de gala por una buena causa con Lorenzo Caprile

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Gala Alberdi
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El pasado 4 de octubre, el Teatro Real madrileño se volvía a vestir de gala por una buena causa: llevar a cabo una subasta cuyos beneficios serán destinados íntegramente a ayudar al sector de la hostelería en España, uno de los más castigados en los últimos años, entre otros motivos, por el devastador efecto que tuvo la pandemia por el covid que obligó a cerrar los establecimientos hosteleros, muchos de ellos incapaces de reabrir sus puertas una vez que terminó el confinamiento más estricto. Por Gala Alberdi

Convocatoria con rostros conocidos

En el evento organizado por la agencia Bloody tomaron parte algunos rostros conocidos de la lírica, como Ainhoa Arteta, o de la restauración, como los chefs Samantha Vallejo-Nágera y Ramón Freixa (se encargó del menú de la velada), entre otros. El diseñador y modisto, Lorenzo Caprile tuvo un protagonismo especial en la velada: fue el encargado de diseñar la botella nº1 de la edición limitada DYC 20 Grandes Maestros que se subastaba y que estaba decorada con una joya en oro amarillo de 18 quilates engastado con 6 diamantes, realizada por Durán Joyeros. La botella alcanzó un precio de 10.500 euros.

La subasta estuvo dirigida por la casa Durán. La cantidad final recaudada tras la puja, 10.500 euros, ha sido destinada íntegramente a ayudar al sector de la hostelería en España, uno de los más castigados en los últimos años, mediante programas de formación impartidos por la Confederación Empresarial de Hostelería de España (CEHE).

Una decoración ad hoc para el evento, de la mano de Cristina Avendaño

Tal y como nos cuenta Cristina, «teníamos un briefing muy específico: teníamos que hilar, la marca DYC (sus materias primas, etc) con el mundo de la costura y joyería e integrarlo en el espacio: El Teatro Real».

Era un reto porque tenían que transformar la sala con estos tres pilares fundamentales. Para ello lo que hicimos fue utilizar la naturaleza (la materia prima del whisky) en crear diferentes bodegones: creamos instalaciones utilizando el trigo, cebada, avena, y la paja.

En uno de ellos, integraron en la composición elementos de costura: un maniquí con una tela en terciopelo rojo, una máquina de costura antigua, elementos de copistería… todo ello bien encajado en el espacio. Los centros de mesa y las barras fueron decorados en la misma línea estética que en el resto.

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