Cada color, un itinerario: así fue el evento de yoga y barré en la Iglesia Evangélica de Habla Alemana (Madrid)

Este evento de yoga y barré se organizó para celebrar el tercer aniversario de la sede de Cerclé Studio en la calle Hermosilla y, al mismo tiempo, conmemorar la apertura de su nueva sede en Valdebebas. Lo organizaron íntegramente desde Cerclé, sin contar con ninguna agencia ni intermediarios, como nos cuenta Ale Guzmán, su fundadora.

Cuatro colores y cuatro itinerarios de yoga, barré, experiencias sensoriales…

Las 80 participantes fueron divididas en cuatro grupos de colores, según su estado emocional al llegar, determinado por un test personalizado. Cada color representaba un estado emocional distinto y guiaba toda la experiencia del día.

El violeta, asociado a la introspección y la inspiración, llevó a las participantes a una clase de barré dentro la iglesia impartida por Ale Guzmán. El color menta, relacionado con la calma activa y la claridad mental, les permitió vivir una experiencia de yoga y meditación en un patio inglés.

El amarillo neón, conectado con el entusiasmo y la expansión, marcó el ambiente del patio principal, donde se desarrollaron las experiencias sensoriales junto a marcas colaboradoras, la instalación floral de Amapola Estudio Floral y la intervención artística en vivo de Josune García. El coral, que evoca la energía creativa y la alegría expansiva, incluía una masterclass de colorimetría por ELLE Education y un taller de «Neuroflow» por The Wholesome Project (empresa de dos chicas jóvenes desde México, que cuenta con experiencia en eventos de wellness en su país y que por primera vez colaboraba en una experiencia presencial en Madrid).

Presencia de marcas

Marcas beauty y de bienestar que se alinean con los valores del yoga y del cuidado a una mísma quisieron formar parte del evento con activaciones y pequeños puestos. Estaba Moncho Moreno, con sus productos de peluquería, Anaconda Foods, con sus snacks, Req Matcha, con su bebida verde, o Diurna Joyas.

Cuadro en directo

Durante todo el evento, la artista Josune García pintó en directo una obra inspirada en el movimiento, los colores y las emociones compartidas por las asistentes. La creación fue una interpretación visual del flujo colectivo vivido durante la jornada.

Meditación final como en yoga

El encuentro cerró con una meditación grupal guiada, acompañada de un ejercicio final de tapping emocional. Este momento fue una invitación a integrar todo lo vivido, con un enfoque en la expansión, el merecimiento y la conexión con una misma.