Galderma, un evento de belleza

Lejos de ser una reunión más, la agencia propuso a Galderma que fuese un encuentro interactivo, en el que la cercanía y el debate no estuvieran reñidos con la espectacularidad. Se creó un escenario singular y multifuncional con proyecciones 3D, sonido surround y juegos de luces que cambiaban por completo toda la sala en cada ponencia y presentación. Además, se produjo un videomapping que recogió los valores y filosofía de Galderma.

Puesto que el público asistente era de diferentes países, se pensó que el cine fuera el hilo conductor de las ponencias en los que cada país exponía su visión de la belleza. Para presentar a cada uno de ellos, la trasera del escenario se convertía en una pantalla de cine sobre la que se proyectaban escenas de películas icónicas de cada país. A continuación, cada ponente exponía diferentes casos clínicos, explicaba cómo los había tratado y se realizaba un marcaje con un paciente real en el escenario para mostrárselo al resto y para esto los fondos del escenario cambiaban.  

Durante la tarde, el formato del evento cambió. En lugar de ponencias, había debates y un panel de expertos exponía casos clínicos reales. La interacción entre asistentes y ponentes, una vez más, la permitió la tecnología. Se creó para la ocasión una app a través de la que se pudieron hacer preguntas, valoraciones y votaciones…

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