MAVIDAD Bernabéu, la nueva experiencia inmersiva de esta Navidad

El pueblo de los Mavix, punto de partida del concepto

Para entender MAVIDAD Bernabéu hay que entrar en el universo de los Mavix, el pueblo ficticio que da forma a toda la experiencia. En este mundo habitan unos pequeños seres que nacen de una idea sencilla y reconocible para todos: los copos de nieve que flotan dentro de las bolas navideñas. A partir de esa imagen, SOMOS Experiences construye una comunidad completa con sus propios personajes, gestos y forma de relacionarse con el visitante.

Los Mavix no están ahí solo como elemento decorativo. Funcionan como guía del recorrido, ayudan a hilvanar cada zona y explican por qué existe cada espacio dentro del trazado. Gracias a ellos, el visitante no avanza de actividad en actividad, sino de rincón en rincón de un mismo pueblo. Esta decisión creativa aporta coherencia a todo el proyecto y convierte la experiencia en algo más que un conjunto de atracciones navideñas.

Las áreas que configuran la experiencia

El proyecto se estructura en distintos espacios que combinan actividad, entretenimiento y ambientación. El recorrido comienza en el Río de la Magia, una pista de hielo que rodea un árbol central y marca el inicio del universo Mavix. A continuación, aparece el Lago Helado, donde los visitantes pueden moverse sobre ice bumpers en un circuito preparado para este tipo de vehículos.

Una de las zonas más llamativas es la Ladera del Revuelo, que convierte una grada del Bernabéu en un gran tobogán de hielo. Se completan las actividades con el Carrusel de Luces, el Parque de las Nieves Eternas con propuestas de habilidad, la Fábrica de la Ilusión destinada a talleres infantiles y la Plaza de los Sueños, que actúa como eje central del recorrido. La Galería de los Copos reúne gastronomía y productos del universo Mavix, mientras que personajes y animadores presentes en todo el recorrido refuerzan la narrativa del pueblo.

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Lo que MAVIDAD Bernabéu deja ver sobre las nuevas experiencias

MAVIDAD Bernabéu muestra cómo una experiencia puede sostenerse cuando existe un universo claro detrás. El mundo de los Mavix no funciona solo como decoración, sino como una estructura que ordena el recorrido, une las actividades y da sentido a cada espacio. Esto demuestra que las propuestas estacionales ya no dependen únicamente de la escenografía, sino de una narrativa capaz de acompañar al visitante de principio a fin.

También evidencia cómo un espacio muy marcado, como un estadio, puede transformarse si se articula una idea creativa sólida. La clave no está en el tamaño del recinto, sino en la fuerza del concepto que lo habita. Cuando esa base es consistente, el lugar se abre a nuevas posibilidades y permite construir experiencias que no existirían en su forma original.

En conjunto, MAVIDAD Bernabéu señala una dirección clara para el sector. Las experiencias que mejor funcionan son aquellas que crean mundos propios, conectan emocionalmente y ofrecen un hilo conductor reconocible. Más que sumar actividades, se trata de construir un relato que las sostenga.

Una mirada a cómo el deporte explora nuevos territorios

En los últimos meses hemos analizado cómo las marcas están reinterpretando el marketing deportivo, buscando conectar desde la emoción. Resulta igual de revelador ver que los propios espacios deportivos también empiezan a cruzarse con otros territorios. MAVIDAD Bernabéu es un ejemplo claro. Un estadio que, por unos días, adopta un universo navideño y demuestra que estos recintos pueden abrirse a nuevos lenguajes y públicos.

Este tipo de iniciativas refleja un movimiento creciente. El deporte deja de vivir aislado y se mezcla con el entretenimiento, la cultura y las experiencias inmersivas. Cuando estos mundos se encuentran, surgen formatos capaces de conectar desde lugares inesperados y de ampliar la función habitual de estos espacios.