Toyota apuesta por el evento deportivo más allá del running

El patrocinador –Toyota-  no solo se limitaba al poner el naming de la carrera y proveer  los vehículos de apoyo de la carrera, sino que el evento se ajustaba a su compromiso con las personas con discapacidad y víctimas de accidentes de tráfico.

Con el fin solidario de recaudar fondos para la Fundación A Víctimas de Tráfico y sensibilizar sobre las dificultades que tienen las personas con discapacidad, el evento estuvo especialmente pensado para que fuera inclusivo y pudieran participar personas que sufrieran de algún tipo de discapacidad.

Así pues, entre los participantes, además de deportistas paraolímpicos, participaron personas con y sin discapacidad, porque lo que la carrera quería desarrollar era el trabajo en equipo, la colaboración, romper cualquier barrera juntos y llegar unidos hasta la meta, demostrando que todo es posible a pesar de que la carrera discurría tanto por asfalto como caminos y pistas de montaña. 

De ahí que el recorrido se articulara en tres etapas técnicas que tenían que completarse por los 40 atletas en relevos agrupados en diez equipos. La primera etapa arrancó de la Plaza Mayor de Valladolid y concluía en la localidad segoviana de Coca. La segunda hacía meta en Manzanares el Real, ya en Madrid y en la tercera etapa se llegaba a Madrid donde coincidía con la primera Milla Rompe Tus Barreras en la que ya tomaba forma de carrera urbana y abierta a 1.000 deportistas y de nivel técnico básico. En esta distancia, que partía del templo de Debod, los participantes podían elegir, de manera opcional, entre una de las categorías propuestas: visibilidad reducida, visibilidad nula, silla de ruedas o hand-bike.

El objetivo era, además de fomentar el deporte inclusivo, hacer sentir en primera persona las dificultades con las que se encuentran las personas con discapacidad a la hora de practicar deporte.