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Un incentivo por Los Cabos, el tesoro de Baja California

Un incentivo por Los Cabos, el tesoro de Baja California

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Los Cabos es uno de los lugares más diversos del mundo. Está situado en Baja California Sur, México, en un ecosistema desértico rodeado por el Océano Pacífico y el Mar de Cortés. Allí viajaron durante cuatro días y esto fue lo que se encontramos: la concentración de alojamientos más exclusivos del mundo, una gastronomía orgánica de fama internacional, maravillas de la naturaleza y una amplia selección de experiencias para liberar adrenalina.

Primer día: experiencia gastronómica local y orgánica.  Aquí los platos se llenan de mariscos frescos, gastronomía orgánica y, cómo no, de la tradicional cocina mexicana. Una oferta culinaria en auge que ha atraído la atención de reconocidos chefs internacionales como Richard Sandoval o Enrique Olvera. “Tuvimos la oportunidad de conocerla de primera mano en Casa Tamarindos. Siguiendo su filosofía ‘From Farm to Table’, recogimos los ingredientes de su huerta, para después cocinarlos en una clase privada de cocina mexicana. Un momento inolvidable”, nos señalan desde Grupo Nuba.

 

Otro de los highlights gastronómicos del viaje fue la cena en el restaurante ‘El Farallón’ (Pedregal Resort). “Para abrir boca, nos sirvieron una degustación de tres tipos de champagne marinados con diferentes variedades de mariscos y mole”, nos señalan desde la agencia. No sólo muchos de los restaurantes locales tienen una alta demanda de productos agrícolas estacionales frescos, sino que los alojamientos de lujo consideran que la cosecha es una de las mejores atracciones del área. La variedad de alimentos producidos en la región incluye desde todo tipo de fruta, verdura, queso, marisco e incluso sus famosos aguardientes.

El acuario del mundo.  El mar de Cortés fue considerado ‘El Acuario del Mundo’ por Jacques Cousteau y es conocido por ser el lugar ideal para practicar snorkel y buceo. “Quisimos descubrirlo en una excursión de un día completo en yate privado hacia la deshabitada isla de Espíritu Santo, declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO”, nos señalan desde la agencia. El regalo de la naturaleza surgía a medida que iban andando y descubriendo: islotes habitados por lobos marinos con los que se puede bucear (si no es época de apareamiento porque pueden resultar agresivos), cavernas marinas repletas de misterio, peces damisela y peces mariposa, y lo más impresionante, un enorme banco de delfines que jugaban y los acompañaron durante gran parte del viaje.

Avisamiento de ballenas. Sin lugar a dudas, uno de los momentos mágicos para el grupo fue la experiencia de avistamiento de ballenas. De noviembre a marzo, cientos de ballenas jorobadas, grises y azules migran desde el Ártico hasta las aguas del Pacífico y del Mar de Cortés. Durante el tercer día del viaje, se realizó una excursión donde pudieron contemplar algunas de estas ballenas atravesar la superficie del agua, expulsando hacia el aire chorros de agua de gran altura, dejando boquiabierto a cualquiera.

Alojamientos de impacto.  Las marcas de alojamientos más exclusivas han ido aterrizando, poco a poco, en Los Cabos hasta convertirlo en la joya vacacional de México. Si en los años 40, artistas como John Wayne o Ernest Hemingway disfrutaban de su lujo y discreción, hoy en día celebrities como Jennifer Aniston, o Giselle Bündchen, disfrutan sus vacaciones en este paraíso mexicano. Uno de los imprescindibles es ‘Las Ventanas al Paraíso’, un lugar mágico que emana elegancia y sofisticación. Si realmente existe un paraíso, allí es donde te transportan sus tratamientos de spa, sus margaritas de bienvenida y por supuesto, las vistas de sus inolvidables atardeceres. “Tuvimos una tarde de relax  y spa rodeados de un entorno idílico”, nos señalan desde Nuba.

Descargas de adrenalina. Para terminar el viaje, la combinación del mar con los paisajes desérticos permitió una experiencia al aire libre. “Ya hemos nombrado algunas como buceo, snorkel y avistamiento de ballenas, pero no puede faltar en la lista otras experiencias como surfear las olas del océano pacífico (¡nosotros tuvimos la suerte de tener clases privadas con unos de los mejores profesores de la zona!)”, nos señalan desde la agencia. 

 

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