Vogue World 2025, una celebración de la moda y Hollywood
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El pasado año vimos cómo la parisina Plaza Vendôme se convertía en una pasarela de moda haciendo un especial homenaje al deporte con motivo de los juegos olímpicos. Este año, el evento ha vuelto a EE. UU. En concreto, a la ciudad de Los Ángeles, en un venue muy significativo para este sector: Paramount Studios.
Los homenajeados
Vogue World 2025 fue un evento con propósito. El objetivo principal era rendir homenaje al colectivo de los profesionales de vestuario ligados a la industria del cine. Para ello, el evento contó con reconocidos profesionales de las películas más vistas. Incluyendo a Colleen Atwood que vistió al entrañable Eduardo Manostijeras, otros de inspiración más cabaretera como Milena Canonero (Marie Antoinette) o Catherine Martin (Moulin Rouge!) o los de estética más distópica como Jacqueline West de Dune.
El propósito fue tangible en la recaudación de 4,5 millones de dólares en fondos destinados a la Entertainment Community Fund, que apoya a los miembros de la comunidad de vestuario afectados por los incendios en Los Ángeles.
La escenografía fue puro cine
Todo comienza con Nicole Kidman interpretando Put the Blame on Mame. De repente, todos los asistentes se encontraban en un rodaje. Personal de producción, director, todo estaba incluido para crear una atmósfera que hiciera sentir al asistente por un día el calor de los focos. El director coordina la escena y anima a los espectadores que, desde sillas de director, observan lo que sucede. La escenografía tradicional no era lo importante, el decorado es la esencia del cine: grúas, fondos, focos e incluso flycase eran suficientes para homenajear lo más profundo del cine. Las modelos emanaban directamente de las propias naves que contienen los platós y desfilaban junto a los responsables de vestuario que empujaban burros repletos de ropa o carritos con rocambolescos miembros de pobres maniquís desmembrados. Los escenarios para los grupos eran el contenedor de uno de los camiones que normalmente campan a sus anchas por el estudio. Todo consistía en darle una segunda utilidad a los elementos propios de un estudio de cine.
Luces, cámaras, … ¡Acción!
Acto 1: Hollywood Glamour Este acto evocó la Edad de Oro de Hollywood, abarcando desde los inicios del cine sonoro hasta los años 60. Explorando la transición del blanco y negro al color total, utilizando vestuarios icónicos de películas como El Gran Gatsby y Moulin Rouge! para capturar el romanticismo de esa época.
Acto 2: The Renegades Un homenaje a los rebeldes y a las épocas de revolución y cambio. Los protagonistas fueron los conocidos vestuarios de las películas de Tim Burton, como Alicia en el país de las maravillas y Eduardo Manostijeras, complementados con referencias a talentos disruptivos como Charlie Chaplin y películas como Matrix.
Acto 3: Historical Heroines Este segmento utiliza la historia como fuente de inspiración cinematográfica, rindiendo un homenaje especial a las grandes figuras femeninas. Esto se ilustró destacando los vestuarios de aclamados dramas de época, en particular Barry Lyndon y María Antonieta.
Acto 4: Summer of Love Aquí se representó el intenso clima sociopolítico y la experimentación estética de las décadas de los 60 y 70. La influencia clave es el movimiento «amor libre», representado a través de personajes de romances memorables del cine como West Side Story y Annie Hall.
Acto 5: Avant-Garde Este acto se enfocaba en la vanguardia, buscando conciliar lo arcaico con lo contemporáneo. Utilizando como ejemplo los vestuarios de la obra maestra Orlando y el drama musical Velvet Goldmine para reflexionar sobre el futuro de la moda.
Acto 6: Afrofuturism Un acto centrado en la reivindicación de la identidad y la cultura de origen africano. Se enfocó en las corrientes de pensamiento y movimientos intelectuales reflejados en películas como Malcolm X y Black Panther, transmitiendo un poderoso mensaje de fuerza y permanencia.
Acto 7: New World El cierre del evento condujo a los asistentes a una exploración de tierras lejanas y nuevas fronteras. Utilizó piezas originales de la franquicia Dune y de The Revenant (El Renacido) para encontrar un equilibrio entre lo futurista y lo terrenal.
Moda, narrativa y escenografía se unieron en un evento que cada año supone un reto para la creatividad. El desafío ha sido encarado esta vez por la agencia mode and the moon y han conseguido construir un evento en el que la moda tiene un papel fundamental pero no central, es compartido con otro tipo de disciplinas y, sobre todo, discursos que no se han pronunciado con palabras. De esta manera Vogue lo ha vuelto a hacer, sirviéndonos como ejemplo de storytelling transversal que, lejos de limitarse a su nicho, consigue homenajear, tratar y respetar distintas temáticas encontrando su punto común. Por supuesto, la producción del evento es digna de mención. Sin embargo, merece la pena arrojar luz sobre esta manera tan singular de contar historias que nada tienen que ver con la moda y a la vez tanta relación tiene. El equipo detrás de Vogue World incluyó también a Anna Wintour, Mark Guiducci y Lisa Love, directora creativa y de eventos en Los Ángeles, con el apoyo de numerosos equipos globales.









