Airberlín rescatada in extremis por el gobierno alemán
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150 millones de euros han salido del erario público para no dejar caer a la segunda aerolínea de Alemania y a los 80.000 pasajeros que están volando con ella al día estas vacaciones. Ayer martes 15 de agosto, la aerolínea se declaraba en quiebra después de que el grupo financiero árabe Etihad Airways, accionista de la empresa, anunciara que le retiraba su apoyo financiero. Esta inyección le permitirá seguir operando durante los próximos tres meses y asegurar el retorno a casa de miles de pasajeros.
Este respiro dará, además, margen a Lufthansa, interesada en parte del negocio de su competidora. Se prevé que las deudas de la compañía sean asumidas por los acreedores y que ésta pueda devolver el crédito público con la venta de sus slots, las franjas horarias para aterrizajes y despegue que tiene en diversos aeropuertos.
Martin Schulz, candidato del SPD, ha criticado el dumping en los precios y salarios de otras compañías low cost que socaba la competitividad de otro modelo de compañías. A pesar de reducir su flota en 75 aviones y recortar 1.200 empleos, Air Berlín sufrió en 2016 una pérdida de 782 millones de euros, un 75% más que en 2015.
