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E.T. Dijese de un extraterrestre que hace ya muchos año vino al mundo y se lo paso genial corriendo aventuras con un niño, dando paseos en su bicicleta y escondiéndose entre sus muñecos.
Pero lo más significativo de E.T es que tenía un corazón tan grande, que cuando se escondía y se apagaba la luz,… ¡¡le latía enormemente y le brillaba!!
Este otoño como siempre, me ha devuelto a la nostalgia de muchas cosas, y repasando tantas experiencias vividas alrededor del mundo, solo se, que en aquellos eventos donde realizamos una “pincelada solidaria” , http://www.eventoplus.com/blog/la-pincelada-solidaria-eventos-solidarios-“si-buscas-resultados-extraordinarios-deberas-hacer-cosas-extraordinarias” después del mismo, cuando me acuesto, como en aquella tienda en medio de Masai Mara, o en aquel hotel de Agra de la India, o junto aquel lago de Guatemala, o en el desierto de Wadi Rum de Jordania, o en el pueblo Nubio de Egipto, o en El Valle Sagrado de Cuzco en Perú, o en,… siempre me paso lo mismo, cuando esa noche apagué la luz, resulta que había otra luz enorme que como a E.T… también brillaba.
