El aeropuerto que huele a Málaga

Como apunta The Aroma Trace, empresa especializada en arquitectura sensorial, “el neuromarketing influye directamente en las emociones, que condicionan el 85% de nuestras decisiones, por lo que no es de extrañar que las empresas apuesten por este tipo de proyectos”. Además, la identidad olfativa permite recordar el 35% de lo que olemos frente al 5% de lo que vemos. “Teniendo en cuenta que respiramos 20.000 veces al día, las posibilidades de generar emociones a través del olfato en los consumidores son inmensas y, por ello, las marcas apuestan ahora por generar recuerdos positivos en sus clientes a través de un olor determinado”.

Con esa idea en el proyecto para Málaga, The Aroma Trace ha creado una fragancia en exclusiva que huele a libertad, ilusión y placer gracias a sus notas floreales frescas que a partir de ahora distinguirán el aeropuerto de Málaga de cualquier otro. “Sabemos que todos los espacios que generen una experiencia sensorial positiva en el usuario, se recuerdan mejor e incrementan el compromiso con la marca, lo que genera un potente vínculo emocional con la misma, creando un sello olfativo que perdura en el tiempo y que cumple con el objetivo de reconocimiento de marca, además de estimular las ventas. Estas acciones, hoy más que nunca, son imprescindibles para olvidarnos de lo racional y centrarnos en lo emocional”, añade Maxi Iannini, CEO para América de The Aroma Trace.