El Capítulo Ibérico de ICCA cierra en Estoril su edición más multitudinaria

El éxito de convocatoria de Estoril no fue sólo a nivel de delegados -un total de 78 representando a 56 empresas-, sino a nivel directivo: se contó con la presencia de Arnaldo Nardone, presidente de ICCA, así como con la del vicepresidente primero, Juan José García.

Apostar por el mercado Latinoamericano

Precisamente, la presencia de Nardone dio pie a analizar las oportunidades de intercambio de negocio entre la comunidad Iberoamericana. El presidente destacó el crecimiento de la industria de reuniones por regiones destacando un crecimiento del 262% en Latinoamérica y del 113% en Europa desde 1997 hasta el 2009, último año del que existe informe publicado por la asociación.

A nivel práctico, propuso a los miembros del Capítulo Ibérico que participaran en ferias de turismo de reuniones regionales de America Latina y que influyeran sobre los organizadores de Trade shows en Europa para que inviten hosted buyers de estas reuniones, entre otras acciones.

Otra de las sesiones que se siguieron con más interés fue la que dio la palabra a los clientes finales para que expresaran sus necesidades y expectativas. Así, se invitó al presidente del Colegio Oficial de Odontólogos de Las Palmas y miembro de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointregración, Héctor Rodríguez, y al presidente de la Asociación Portuguesa para la Promoción y el Desarrollo de la Ingeniería Electrónica, Carlos Lemos Antunes, que hablaron de las necesidades de los congresos médicos, universitarios y tecnológicos, en una sesión moderada por José García Aguarod, socio fundador de Grupo Eventoplus.

Frank García, nuevo presidente del Capítulo Ibérico

Por otra parte, también se renovó el comité ejecutivo. Frank García, del CCIB de Barcelona, es el nuevo presidente del Capítulo Ibérico de ICCA, de modo que España vuelve a asumir la presidencia. Portugal, por su parte, estará representado por su vicepresidente Pedro Rocha Dos Santos del Centro de Congresos de Estoril.

En cuanto al programa, una de las propuestas que más gustó fue una actividad de responsabilidad social colaborando con uno de los hogares de acogida de la ONG Nuevo Futuro. Los asistentes aportaron su energía para mejorar el entorno de la Casa Azul, una hogar para niños y jóvenes con situaciones familiares especiales gestionado por la ONG Nuevo Futuro.

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