El inesperado espacio efímero de San Miguel que sorprendió en la Copa América 2024
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Ha sido, según Hugo Cifre y Miguel Ángel Maure – arquitectos y fundadores de Espacio Nube- su proyecto más ambicioso al abandonar las formas toroidales o esféricas de sus diseños anteriores. Lo lograron mediante un sistema de 1.757 hilos tensores cosidos a mano, que conectaban las dos capas de tela. Este patrón de cuadros evocaba las líneas robustas del icónico sofá Chester, resaltando así su relieve.
Los muros de aire, levantados con 2.451 m² de tela, rodeaban el oasis central, sello distintivo de las Nubes: un patio interior coronado por una gran vela y vegetación, formando un microclima capaz de resistir las altas temperaturas del verano.
El diseño del sistema de climatización de doble capa con un volumen de 1.084 m³, supuso un logro al integrar el lenguaje arquitectónico con diseño, tecnología y confort. Este enfoque mejoró la protección solar, térmica y lumínica, garantizando la máxima eficiencia climática sin comprometer la estética ni la funcionalidad del espacio.
La Nube nació en 2016 durante unas jornadas de arquitectura celebradas a lo largo de 10 días en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM), con el apoyo del COAM, dirigidas a estudiantes, profesores y profesionales del ámbito de la arquitectura. Hugo y Miguel, junto a otros compañeros de universidad, crearon una ciudad efímera que generaba una atmósfera única para acoger a sus colegas arquitectos europeos. Un espacio diseñado para el intercambio de ideas, conocimientos y experiencias, con áreas de descanso, de reunión y un patio vegetal que funcionaba como un oasis para desconectar.
Actualmente, cada nube se fabrica en España pasando por un equipo de 18 artesanos (15 patronistas, corte y confección, 3 personas para el soldado de los patrones). Cada etapa del proceso de creación es supervisada, priorizando la excelencia artesanal, la producción manual y el valor intrínseco del diseño arquitectónico.
“Nunca nos hubiéramos imaginado que, lo que empezó hace 6 años como un proyecto divertido, experimental y sin ánimo de lucro, se acabaría convirtiendo en una empresa que nos permite diseñar espacios increíbles para clientes de la talla de Space 10 en Dinamarca, San Miguel, Airbus, Mediaset o Paseo en Estados Unidos”, cuentan Hugo y Miguel.
Fotos: Alberto Monteagudo / Lucía Peralta