Hilo musical para conectar con tu público en cada evento

A nivel emocional (ya escribimos sobre esto en la revista eventos magazine) escuchar música nos conecta y estimula de forma casi inconsciente y esta sensación de fluir mejora nuestra experiencia como cliente o asistente a un evento: genera una mejor  percepción de las marcas y potencia  la fidelización (la fija en nuestra mente y será más difícil que la olvidemos). Además, aumenta la sensación de seriedad y de confidencialidad que, a su vez, es un aspecto positivo de cara a mejorar también las relaciones y el trabajo del staff.

Mood Media, que diseña soluciones para mejorar la experiencia del cliente, y Sacem, la sociedad francesa de compositores, autores y editores de música, han estudiado el poder de la música en los espacios comerciales y cómo afecta a la percepción de quien entra en ellos: Como tu evento se circunscribe a un espacio, los resultados pueden ser aplicables también a tu target:

– El 70 % de las personas tienen una percepción más positiva de la imagen del espacio cuando suena la música; el 65 % está de acuerdo con que la música ambiental les ayuda a diferenciar un establecimiento (marca) de su competencia.

– El 93 % de los empleados (staff) prefieren que haya música en el trabajo.

– En los sectores tradicionalmente más serios (banca y farmacia) se sienten más cómodos manteniendo conversaciones privadas de carácter confidencial cuando suena música para poder `ocultar´ en cierto modo sus conversaciones.

Las conclusiones de este estudio refuerzan la idea de que una música diseñada correctamente puede mejorar el ambiente y la experiencia en distintos entornos ya sean comercio o eventos: es un componente fundamental de la vida cotidiana de la gente y resulta tan relevante para la experiencia como la iluminación, el diseño, la escenografía o el contenido.

La clave: que la música esté personalizada (no te descargues lo último de Spotify) porque aumenta la percepción de evento `premium’, según el estudio.  Y algo curioso, las personas estarán de mejor humor, pero al mismo tiempo aumentará la  sensación de seriedad y confidencialidad. Así que ¡qué suene la música!