IDEMICE presenta un decálogo para incentivos sostenibles

• Priorizar a compañías que empleen combustibles de última generación basados en hidrógeno, energías renovables, biocombustibles o combustibles sostenibles de aviación (SAF).
• Seleccionar empresas de transporte que compensen las emisiones de carbono de sus actividades.
• Valorar positivamente la contratación de empresas que hayan implantado y certificado sistemas de gestión medioambiental que estén certificados, políticas de compra sostenible, estrategias de RSC y apuesten por la generación de impacto positivo en las comunidades locales y en el medio ambiente.
• Apostar por la contratación de medios de transporte “cero emisiones”, como vehículos eléctricos.

Las agencias de viajes de incentivo deberán redoblar sus esfuerzos en diseñar sistemas de avituallamiento e hidratación que eviten el consumo de envases de un solo uso y la consiguiente generación de residuos de envases. Por otro lado, deberán trasladar esta preocupación a todos los alojamientos y proveedores que contraten.

Se deberán tener en cuenta aspectos de sostenibilidad básicos tales como la eficiencia energética, minimización y gestión de residuos, el ahorro de agua o el empleo de alimentos y bebidas locales para restauración.

Además de estas premisas de partida, se potenciará que los alojamientos entiendan que el desarrollo sostenible de los viajes de incentivo va en la línea de:

• Respetar la arquitectura del entorno, empleando los materiales de construcción propios que aporta los recursos naturales del destino respetando su extracción sostenible.
• Buscar la eficiencia energética de las edificaciones algo que se consigue construyendo con criterios de arquitectura bioclimática.
• Promover las oportunidades de empleo entre la comunidad local.

Confeccionar propuestas de comidas más sostenibles y aconsejar que se decanten por ellas como opciones de valor añadido para el evento.
Para elaborar estas propuestas tratar de:

• Promover menús basados en alimentación saludable.
• Solicitar la presencia de productos de temporada y de producción local.
• Proponer alimentos con baja huella ecológica, limitando el consumo de carne, en especial la de vacuno procedente de ganadería intensiva.
• Fomentar la recuperación y puesta en valor de variedades de alimentos locales y de la tradición gastronómica local.
• Contemplar la diversidad de hábitos alimenticios de los participantes, en especial a hábitos veganos/vegetarianos y hábitos con la cultura y las creencias religiosas de los participantes.
• Tener un consumo racional de los alimentos, evitando que haya sobrantes o desperdicio.

• Reutilizar materiales o emplear productos que puedan ser reutilizados y que no generen residuos.
• Emplear materiales con bajo impacto en el medio ambiente.
• Contratar la producción a proveedores locales.
• Adquirir regalos y otros objetos entregables para los asistentes a empresas locales del destino, y más especialmente a empresas o artesanos para promover la inclusión laboral de colectivos vulnerables.
• Eficiencia energética de los medios técnicos contratados.

Los viajes de incentivo deben servir para fomentar el desarrollo sostenible en relación al empleo de calidad y la reducción de las desigualdades. Se deberá observar que las empresas que suministran servicios contemplan las siguientes buenas prácticas respecto a sus trabajadores.

• Compromiso con la equidad salarial.
• Respeto de los derechos de los trabajadores.
• Cuidado de las condiciones de seguridad y salud de los trabajadores.
• Aplicación de políticas de igualdad de oportunidades entre trabajadores de distinto sexo o con distinta identidad sexual.
• Fomento de la inclusión laboral de personas en situación de vulnerabilidad.
• Rechazo de situaciones de explotación infantil.

Mediante la realización de actividades de teambuilding responsables o la colaboración con proyectos de desarrollo social o ambiental del destino.

En este tipo de actividades hay que fomentar la interacción de los participantes con las comunidades locales, permitiendo el empoderamiento de la población local y dándoles el protagonismo que se merecen.

• Que las actividades de impacto positivo en el destino puedan ser continuadas por otros viajes posteriores, incluso aunque sean organizados por empresas diferentes a las que originalmente promovieron estas acciones. Implicar a diferentes actores económicos del destino, como DMC u otro tipo de empresas locales que perpetúen estos proyectos.
• Diseñar estas actividades dejando abierta la posibilidad de que los participantes o la empresa puedan permanecer vinculados con los proyectos, aportando su colaboración y esfuerzo para dar continuidad y amplificar el impacto positivo para la comunidad y/o el destino.

Los viajes de incentivo deben de fomentar el enriquecimiento que supone la interacción de los participantes con el patrimonio de un destino y con las personas que lo han recibido para conservarlo y mejorarlo, pero siempre desde el respeto estricto de este patrimonio y evitando generar molestias a la población local.

Se deberá poner en marcha mecanismos para informar y sensibilizar a los proveedores, participantes y clientes de las medidas de sostenibilidad puestas en marcha durante el viaje con el objetivo de: implicarles en la puesta en marcha de estas medidas; poner en valor el carácter más sostenible del evento; exponer a los participantes a las tendencias de desarrollo sostenible, fomentando cambios en sus hábitos como ciudadano y ayudando  de esta manera al cambio global del modelo de desarrollo sostenible;  y explicar muy bien propuestas de sostenibilidad a los clientes, como parte como una parte más dentro de la acción comercial.

En especial en lo referente a: sostenibilidad aplicada a instalaciones y oficinas; cualificación y formación de nuestros empleados y colaboradores: mantener informado añequipo sobre las acciones sostenibles y de responsabilidad social que se están  llevando a cabo o que se ejecutarán tanto a nivel interno como a nivel de proveedores y clientes; y promover en el ámbito de influencia los puntos de esta declaración para ser un ejemplo para proveedores y clientes.