Reflexiones de esta semana

No me ha pasado nada extraordinario, pero hay tres incidencias que han despertado mi curiosidad y me he parado a pensar en ello. Aquí van…

El poder de la manzana.
Hubo un frenesí en el ciber espacio el día 27 de enero cuando el CEO de Apple, Steve Jobs, presentó el nuevo tablet computer iPad, en San Francisco: una combinación entre un móvil inteligente y un portátil. Un evento que casi colapsó Internet por los geeks que se apoderaron de la Web para comentar y publicar noticias sobre el  iPad.

Una vista divertida.
Hoy en día parece normal ver a alguien hablando solo en la calle. El otro día de camino al trabajo, me crucé con una mujer que hablaba sola. Con un tono de voz que rozaba el grito, brazos por los aires y una mirada intensa. Diez años atrás se hubiese concluido que se trataba de una pobre mujer con una disfunción mental, pero hoy esa escena es la de una mujer hablando por el móvil con un casco en su oreja, y por supuesto ¡inalámbrico! Igual cuando organizábamos los eventos con los walkies Motorola enormes, con su antena de casi un metro. Hoy el móvil es un aparato que apenas se percibe, y nos da un look supercool. Que avance tecnológico.

Haz negocios en España.
Quedé con un amigo de Asia que viajó a España por temas de trabajo. Me explicó que es muy diferente hacer negocios aquí y allá. Le respondí sin apenas pensar, -“¡por supuesto!” Existe una diferencia cultural enorme, principalmente por el idioma. Luego me di cuenta que los problemas con los que mi amigo se había encontrado, no estaban precisamente fundamentados en esos dos parámetros, sino más bien en una falta de comportamiento profesional: un proveedor que se tardó días en responder mails y llamadas; una recepcionista que no tomó recados; un agente que le informó el desplazo de la reunión cuando mi amigo le pidió su confirmación de asistencia; un distribuidor que no se disculpó cuando llegó tarde a la reunión.… Hmmm… Me dijo que tal vez el había sido el único a quien le había salido todo mal. Puede que tenga razón… Igual creo que nos debemos una reflexión si es que queremos mantener cierta competitividad y asegurarnos los clientes. A lo mejor debemos revisar nuestra manera de tratar “profesionalmente” a la gente (con imagen de la bandera de España de fondo).